2. CANAL 9 Y TV3
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 7-11-2013. La frase del
día, "No
cerraré un colegio o un hospital por una tele inasumible", evidencia que los recortes alcanzan cotas de
supervivencia. Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana,
contundente e inflexible. En Cataluña ya se han cerrado ambulatorios y
plantas de hospitales, pero Mas-Colell “descarta
tancar TV3” .
El juguete preferido de nuestros
políticos, donde lo blanco puede convertirse en negro, lo que no interesa no se
emite, donde insisto la mayor quiebra fraudulenta o expolio de la historia de
Cataluña se despacha con un “culpa de la Crisis”, o las cuentas suizas
de los Pujol se transforman en “guerra sucia contra Cataluña”, es
impensable que desaparezca; el “catalán” se resentiría.
Si ante los catalanes esperando su
necesaria o vital operación se elige a los equipos de televisión tomando a
diario las infinitas sandeces de nuestros políticos, el “catalán” se
halla en más peligro que cuando mi aragonesa madre me lo enseñaba allá por los
40. Convertir el “catalán” en el argumento base para un disparate
presupuestario donde todo enchufe y corrupción tiene cabida es simplemente
prostituirlo.
Una periodista revela totes les
ordres polítiques que rebia: "em renyaven per l'accent català"
Se inicia la “verdad” sobre
Canal 9. Entrecomillo “verdad” pues parece que la primera sería las “mentidas”
(con acento catalán se queja el periodista) que les obligaban a contar. Más
truculenta la declaración ante una cámara de una empleada señalando abusos de
Poder similares al derecho de pernada. Si no te acuestas conmigo tu cara
no aparecerá en pantalla, o no te subo el sueldo. Supongo que la sibilina
violación se realizaba en “valenciano”.
No cabe relacionar, o sí, la
detención de los cinco ejecutivos de la CAM, Caja de Ahorros del
Mediterráneo, con el desmadre de la deuda en la televisión pública
valenciana (1000 millones de euros) pero cabe suponer que desde que el
Poder valenciano no pudo echar mano de sus cajas de ahorros, el deterioro ha
crecido en todas las instituciones hasta que al igual que en Cataluña, si el
Estado Central no paga, naufraga la autonomía. El Estado de las autonomías o la
ruina del Estado.
Primero el Estado se traga las expoliadas cajas
de ahorros, y ahora las “Generalitats”, y cada una de sus cientos de “pozos sin
fondo” o “empresas públicas”, porque sin duda la televisión valenciana, la
catalana, y la de todas las autonomías, directa o indirectamente las pagará el
Estado.
Nos cuentan que los sindicatos toman
Canal 9… y emiten. Dicen la empresa, el ente o lo que sea, es viable,
además de vital para el “valenciano” y la "cultura valenciana".
Indiscutible que para casi 2.000 valencianos es “vital”, pero pagando el Estado
cualquier barbaridad es viable, y muy rentable para ejecutivos y productoras de
programas. ¡Seis estudios de traducción! castellano-valenciano-catalán.
Y Montoro repite incansable
que vamos por buen camino, que “el problema no era una burbuja inmobiliaria,
era una burbuja financiera”… burbuja financiera hinchada por político-financieros con inmobiliarios e
inmobiliarias, y ya de paso arruinando todos los entes públicos de país.
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