IGC- ASOCIACIÓN PROFESIONAL, SE ADHIERE A LA SOLICITUD
DE REINGRESO DE LOS
GUARDIAS CIVILES ACUSADOS DE
PERTENECER A UN SINDICATO
ILEGAL
2018-04-23 Redacción VP.
Diversas organizaciones de la Guardia Civil y de la Policía se unen para que los denominados UMEDOS de la Guardia Civil sean repuestos en sus condiciones profesionales. La Democracia tiene una deuda histórica con los compañeros de la Guardia Civil que solicitaron derechos constitucionales y humanos asentados por sentencias del TEDH y del TC. La Democracia y la Justicia no puede brillar mientras esta injusticia se mantenga. Compañeros adelantados en su tiempo que se organizaron para denunciar la situación que hoy vivimos de crisis y corrupción que asola nuestro país. Todo el arco parlamentario se ha unido excepto el Partido Popular. La AUGC, presentó en el Registro del Congreso Diputados escrito solicitando el reingreso de los Guardias Civiles Democráticos sin que hasta la fecha hayan tenido respuesta.
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Ante la imposibilidad de registro de una asociación, por entonces
con caracteres de organización corporativa, otros guardias civiles junto
con Manuel Rosa Recuerda intentaron registrar una asociación deportiva y cultural de la Guardia Civil, rechazada por el registro del Ministerio de
Interior, ante la presunción de que lo que se pretendía era darle carta de
legalidad al sindicato clandestino de la Guardia Civil y por tanto entendiendo
que el registro se hacía en fraude de ley.
Los guardias civiles que junto con el anterior promovieron el
registro de la asociación deportiva y cultural de la Guardia Civil fueron
José Piñeiro González y Joaquín Parra Cerezo, hoy Sargento en activo de
la Guardia Civil.
Ante la imposibilidad de registrar una asociación por parte de los
guardias civiles, que le diera carta de legalidad y a partir de ese momento
exponer abiertamente sus deseos y anhelos de consecución de derechos
constitucionales y profesionales, dando a conocer su situación de trabajo, de
hasta ochenta horas semanales bajo unas condiciones de trato no ajustadas a
la Carta Magna, no tuvieron más remedio que seguir poniendo en
conocimiento de la opinión pública su situación a través de la
denominación, ya arraigada en los medios de comunicación y sociedad,
de clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC).
Tras progresivos años de lucha ante los Tribunales, pasado más de
un lustro, tanto la Audiencia Nacional, como el Tribunal Supremo y
Tribunal Constitucional, vinieron a reconocer a los guardias civiles su
derecho a coaligarse para la defensa de sus intereses económicos y
sociales, si bien con la limitación de no ejercicio de los derechos inherentes al
derecho sindical, como la huelga o el conflicto colectivo, dado su carácter de
Instituto Armado de naturaleza militar, lo que permitía según la propia
Constitución que el Poder Legislativo pudiera someterles a disciplina militar.
Para cuando se produjeron esas sentencias, obtenidas entre otros
por el propio Manuel Rosa Recuerda, José Morata Gargallo, y Joaquín
Parra Cerezo para el caso de la Unión Democrática de Guardias Civiles,
asociación COPROPER, y la Asociación para el Progreso de la Guardia
Civil, respectivamente promovidas por los citados, tanto Rosa Recuerda,
Morata Gargallo, José Piñeiro, y el ya fallecido Manuel Linde Falero, se
encontraban fuera de la Guardia Civil, expulsados por una supuesta falta
muy grave tipificada en el vigente Régimen Disciplinario de la Guardia
Civil como realizar actos contrarios a la dignidad exigible a todo miembro
de la Guardia Civil, por el hecho de haber integrado una organización sindical
clandestina o promover un sindicato prohibido para los guardias civiles.
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