CASO PUJOL, DENUNCIA ADMITIDA
Rafael del Barco Carreras
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 1-08-2014. Confesando una
mentira, la herencia, ha destapado su total corrupción, su perversión.
Bromeando diría que su abogado defensor debería alegar “trastorno mental
permanente” u obsesivo-compulsivo con fijación por el dinero. Quizá
hereditario, o creado por la figura paterna de la que no heredó nada.
A Artur Mas “le da pena”.
“¿Tú también Brutus, hijo mío?”. Aunque presumo no sea una puñalada trapera
sino un acto más del esquizofrénico drama.
Hace diez años, cuando con buen criterio no se presentó a las
elecciones, eligiendo a Artur para liderar su rentable mesianismo catalanista,
sabía que la Corrupción (con mayúsculas) le arrastraría, perdiendo las
elecciones, dando paso a sus socios de correrías, la sociovergencia; la
banda de Narcís Serra.
Ni en la peor de mis elucubraciones
imaginé que en unos meses procesarían a uno y a otro, destapándose el más
infecto proceso degenerativo político-financiero de Europa: 34 años de
continuado expolio hasta la quiebra fraudulenta de todas las instituciones
públicas catalanas; decenas de miles de millones de euros robados a los
catalanes y al Estado.
Cuando de sobras convencido leía su
subvencionado Centre d´Estudis, del que he comentado suficiente en LA
GRAN CORRUPCIÓN, no me cabía duda que sus hijos naturales y políticos le
habían sentado en su caballo, como al Cid, y a tizonazos tras sus banderas y
nueva religión catalanista, seguían ganando dinero, además de enchufar a la
tercera o cuarta generación de familiares e íntimos. Su calendario de actos, con presidencia y
discursos incluidos, era imposible para un hombre de 84 años por muy
bien amueblado que pareciera tener el cerebro, y cuerpo en general.
Hasta el idealista catalanismo de
izquierdas se alinearía junto a sus banderas para la conquista de los Paisos
Catalans y entierro de todo sumario abierto por los ladrones madrileños. Que
por cierto, banderas que pueden vencer con renovado empuje.
Cuando procesaron a Narcís Serra me
felicitaron con aquello de que casi todos los cadáveres que habían arruinado mi
vida ya habían pasado ante mi puerta. He de confesar que no me consuela. Yo he
sobrevivido ¡qué ya es mucho!, pero he visto demasiadas desgracias en mi
entorno causadas por la desaforada y patológica ambición de un reducido pero
poderosísimo e impune grupo. Si alguna de las víctimas consiguieron que se
condenara a Pique Vidal y Pascual Estevill, o a Rafael Jiménez de Parga y al
banquero Alfredo Sáenz Abad, ahora los esquilmados catalanes deberían condenar
a quienes han arrastrado por el fango a Cataluña.
Ante la mansión en la Cerdaña
francesa ayer se me ocurrió:
“La Vanguardia revela que
l'expresident es refugia en una casa del seu fill a la Catalunya Nord”
Más
que de una "casa" se trata de una mansión-palacete. Convenía casa a
pocos kilómetros de la frontera por si a algún juez se le ocurría cumplir con
su obligación ordenando su detención por chorizo.
El juez Luís Pascual
Estevill (mi por desgracia ex abogado) se vanagloriaba de visitarle en tan
exclusivo "nido del águila". Allí compensarían entre cuentas
suizas las extorsiones y chantajes con Piqué Vidal... y La Modelo de argumento
disuasorio y terrorífico. Amorales sin freno... "mafia" dictaría un
juez neoyorquino a favor de una de las abundantes víctimas...
!Y no se pagaba
únicamente por la LIBERTAD!, sino por simples permisos de HORAS, de lo que doy
fe, y si es necesario PRUEBAS, que por muy personales prefiero llevármelas al
cementerio. ¡Ya hace más de veinte años!, aunque opino que semejantes delitos
no debieran prescribir por tratarse de CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD...
El viejo argumento de "alarma
social" usado por fiscalía y abogados acusadores , en desuso porque la
sociedad se halla en estado de alarma
permanente, se debería aplicar contundentemente. Puedo asegurar que ni
el proceso independentista ha alarmado tanto en la Calle como la absoluta
corrupción del Clan Pujol. La Calle, o esos cuatro o cinco millones de
catalanes ajenos al proceso independentista, expulsados de la Democracia, se
mostraba incrédula ante un proceso que le parecía imposible, pero desde el
viernes pasado las conversaciones sobre Pujol se pasean por aceras y locales
públicos.
Y aplicar la “alarma social” conlleva
detener a Pujol, o alguno de su Clan, por riesgo de fuga, destrucción o alterar
pruebas, fortunas y residencias en varios países, enriquecimiento ilícito,
prevaricación, chantajes, banda organizada… etc.etc.
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