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Recurrir una multa de alcoholemia.
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Hace unos días daba unos pocos consejos para recurrir una multa
de velocidad; hoy quiero darlos para recurrir una multa de alcoholemia. Ante
todo debemos recordar que hay un punto en común cuando de recurrir una multa
(de lo que sea) se trata: NEGAR LOS HECHOS SIEMPRE. Si no negamos los hechos de
poco servirá cualquier otra actuación que hagamos.
Recurrir una multa de alcoholemia. Cuando mentir está
permitido.
Independientemente de cuál sea la acusación que se nos haga, es
importante tener en cuenta que la ley nos permite mentir para defendernos.
Cuando uno está imputado en un delito puede mentir y no será condenado por
perjurio aunque se demostrase que está mintiendo. Caso distinto es el de los
testigos; un testigo está obligado a decir siempre la verdad, y si no lo hace,
será acusado de perjurio.
Lo que hay que hacer para recurrir una multa de alcoholemia
Exigir siempre el certificado de verificación del etilómetro
para comprobar que su homologación estuviera en vigor el día de la denuncia.
Ocurre lo mismo que con los cinemómetros encargados de medir la velocidad; hay
unos requisitos técnicos que deben cumplirse... y que no siempre se cumplen.
Ojo, cuando nos lo envíen, deberemos comprobar también el modelo, porque igual
nos envían uno que no corresponde con el que se utilizó o figura en la
denuncia.
Es importante comprobar los tiques del etilómetro; los valores
reflejados en ellos deben coincidir exactamente con los expresados en la
denuncia. El hecho de que no coincidieran no quiere decir que los puedan
reajustar o que solicitemos dicho reajuste, sino que deberemos solicitar la
anulación de la denuncia directamente.
Es imprescindible que existan dos tiques y que las franjas
horarias entre uno y otro estén separadas al menos por diez minutos.
Además de todo lo anterior, hay que comprobar las fechas de
respuesta de los recursos; muchas veces se pueden ganar porque la
Administración no contesta dentro del plazo legal, quedando por lo tanto
prescrita la multa. Esto antes ocurría continuamente; ahora ya no es tan
normal, pero sigue ocurriendo y hay que estar atento a las fechas en todo
momento.
Ramón Cerdá
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