Cuando esa infancia que hoy abrilea por los anchos pasillos de
Parquesur, empiece a peinar sus sienes canas, Jesús Gómez, alcalde de Leganés,
y el aprendiz de poeta que escribes éstas líneas, habremos tenído el mismo
destino que LICURGO en la historia, nadie podrá decir que hemos existido, ni
siquiera como en ESPARTA, se sabrá si éste periodo, estaba marcado por una
constitución pepinera dictada por el oráculo de Génova esperancil, y unas
coplas josmanianas.
Jesús
Gómez y yo, somos pasajeros diferenciados, él no ha sabido regir los destinos
de los leganenses, no ha sido, ni será un PERÍCLES reelegido, ni mis comedias
de brujas butarqueñas, tampoco serán las de Aristófanes, y es que, somos en
parte unos griegos decadentes, en un Butarque donde las ocas se disputan la
ribera con las ranas, y, la luciérnaga, es la única luz viva de un légamo
encantado.
JOSMAN.
Foto: El alcalde en un acto público con el pequeño Nicolas,
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