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Registro central de infracciones –
Sospechosos habituales.
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Por lo visto nuestros queridos políticos tienen en marcha un
nuevo control ciudadano, otra manera, no solo de tenernos controlados, sino de
ejercer presión, algo así como una lista de «sospechosos habituales» disfrazada
de algo inocuo que en realidad no lo es. Que quieran poner en marcha un
registro de infracciones administrativas es muy fuerte, y más dependiendo de
quién acabe teniendo acceso a esta información. Paso a paso van avanzando hacia
una total falta de libertades y poco nos va a quedar como sigan así... y se lo
sigamos permitiendo.
Opiniones sobre el Registro Central de Infracciones
Desde Jueces para la democracia afirman que somos un Estado cada
vez más «autoritario, más invasivo en los derechos fundamentales y donde
el poder político ocupa más espacios sin control judicial». «Que una sanción
administrativa quede registrada no puede tener otro objetivo que tener
controlado al ciudadano y va mucho más allá de la Ley de protección de datos y
de la seguridad ciudadana». «Es una presunción de criminalidad administrativa y
puede suponer un control excesivo sobre las actividades de los ciudadanos». Y
la opinión de Joan Queralt, catedrático: «Quieren tener controlados a los
ciudadanos. Poder presionar e intimidar mediante la
acumulación de la información».
Lo que dice el proyecto es que se crea el Registro Central de
Infracciones contra la Seguridad Ciudadana con el único fin de «apreciar
la reincidencia en la comisión de infracciones tipificadas en esta Ley»
Registro Central de Infracciones = Lista de Sospechosos
Habituales
Lo dicho antes: un registro de SOSPECHOSOS HABITUALES que va a
tener muy mal uso y es un ataque flagrante contra la intimidad.
Este registro se añade a otros... Registro de morosos con
Hacienda, Registro de defraudadores... por cierto, en estos dos registros
deberán figurar los mismos que los hacen, porque está claro que nuestra
Hacienda es una morosa recalcitrante, y en cuanto a fraude, el PP parece que
cada vez lo tiene más crudo. ¿Se inscribirán ellos en estas listas?
Y otra historia que anda por ahí a baja voz: escuchas telefónicas sin orden
judicial... hablaremos otro día de eso cuando quede claro por
dónde van los tiros.
Ramón Cerdá
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