LA FORMACIÓN PERMANENTE ENEL ÁREA FISCAL
Día 29-09-2016
Autor; Abelardo Delgado Pacheco.- Director
del Master Executive en Asesoría Fiscal.- Socio de Garrigues
Cuando un alumno termina su vida
propiamente académica, hay que advertirle que los conocimientos adquiridos no
constituyen un bagaje permanente sino que deberá mantenerlos vivos y
actualizados durante toda su vida. Es más, la formación académica debe ir
dirigida a proporcionar al alumno sobre todo esa capacidad para aprender
autónomamente en el futuro
La
formación académica y nuestros procesos de selección siguen siendo intensivos en
la adquisición de unos conocimientos muchas veces sujetos a una rápida
obsolescencia sin preparar para la formación permanente y el aprendizaje de otras
herramientas que serán más útiles en ese proceso de formación continua.
Por
otra parte, tradicionalmente no ha existido una oferta amplia, atractiva y
asequible de esa formación permanente. Inclusive la evolución más reciente en ese
terreno no ha resuelto este problema. La formación de postgrado, y buen ejemplo
es el máster de acceso a la abogacía, se ha aproximado en el tiempo a la formación
académica de grado, cuando no lo ha hecho tambiénen su enfoque. Y la crisis
acentuó las dificultades para conceder a la formación en el trabajo el tiempo y
la financiación que requierepor parte de los trabajadores y de las propias
empresas.
En
el caso de la formación de un profesional dedicado al asesoramiento fiscal,
todo lo dicho es cierto y además se combina con las transformaciones que
observamos en este ámbito profesional. Los sistemas fiscales cambian
frecuentemente para tratar de seguir el ritmo de la práctica tributaria o de
las necesidades presupuestarias de las Administraciones.
La
evolución más reciente del impuesto sobre Sociedades en España y en Europa es
un buen ejemplo de ello. Y, previsiblemente, los sistemas tributarios deberán
sufrir en el inmediato futuro una transformación más profunda para adaptarse a
la evolución económica y social. La tributación medioambiental y los tributos
llamados a responder a las actividades basadas en las tecnologías de la
información adquirirán cada vez mayor importancia.
Igualmente,
la gestión tributaria intensificará su automatización en todos los ámbitos. Y
la internacionalización de las empresas y de las Administraciones tributarias
transformará los sistemas fiscales al mismo tiempo que los proyectos
desarrollados en la OCDE y en la UE cambiarán los criterios clásicos de la
propia fiscalidad internacional. La formación máster de un profesional de la
asesoría fiscal debe responder a todos estos retos. Porsupuesto, una primera
opción surge entre una formación general,proyectada sobre todas las áreas de un
profesional de esa asesoría fiscal, o una formación de especialización sobre
áreas concretas como la fiscalidad internacional, la fiscalidad empresarial y societaria
o los procedimientos y el contencioso tributarios.
En
cualquier caso, la formación de un profesional debe tener una visión práctica y
esa vocación de futuro que permita al alumno de este reciclaje profesional
aprender a aprender él mismo después de recibir esa formación. De esta manera,
el profesorado que imparte esta formación debe combinar la formación académica,
la experiencia profesional y la capacidad pedagógica. Es una formación
destinada a profesionales ya vinculados con el asesoramiento o la práctica
fiscal, bien por ser asesores o por trabajar en despachos o empresas dedicadas
a esto o en departamentos financieros de empresas responsables de la gestión
fiscal. Fuente el Economista.
|