Con toda la información disponible, es cada vez más difícil estar al día con lo que realmente vale la pena saber. Las nuevas tecnologías parecen haber cambiado el contexto y desorientado a los profesionales. Es fácil percibir un cambio tan abrupto como amenaza en vez de como una oportunidad. Sin embargo, este video da ideas sobre cómo adaptarse al nuevo contexto. Y como este pequeño spot, nuevos conceptos que deberíamos ir añadiendo a nuestro marco cultural. La ciudadanía digital, por ejemplo, de la que Antoni Gutiérrez-Rubí habla en su blog, -acompañando a su artículo un pequeño video explicativo- es uno de ellos. O la economía digital, siendo el gobierno electrónico -eGov- una pieza importante al ofrecer servicios electrónicos (e-Services) a través de varios ministerios a sus ciudadanos (e-Citizen), tal y como nos recuerdan desde la Escuela de Organización Industrial (EOI).
Pero, las nuevas tecnologías no son iguales para todos. Cada edad tiene una manera de comunicarse, según ha recogido Marketing Directo de la revista Squire. El informe pone de manifiesto que las redes sociales y los teléfonos móviles seducen fundamentalmente a los veinteañeros, mientras que las personas de más de 50 años se decantan por los medios de comunicación más clásicos. He ahí una de las principales barreras, aunque este punto de vista no lo compartan especialistas en pedagogía y redes como Dolors Reig, que sostiene que la brecha, más que tecnológica, es cultural.
Este último, el del espíritu de cambio cultural, fue el que alentó al Instituto de Ingeniería a preparar un encuentro sobre cómo los blogs y las redes sociales han revolucionado el mundo de la empresa. Para ello contaron con tres especialistas en la meteria: José de la Peña, director de debate y conocimiento de la Fundación Teléfonica, Dioni Nespral, especialista en Innovación Empresarial, Transformación y Estrategia y Millán I. Berzosa, Dircom y Community Manager de ideas4all.
Las recomendaciones fueron sintéticas y certeras: Conversar, ser transparente, crear un ambiente de confianza y diálogo, apostar por el talento para crear nuevas oportunidades y utilizar las redes para crear bienestar, modificar y mejorar las condiciones personales y colectivas y olvidarse de la idea de "controlar" todo lo que se dice. Un listado de consejos que, con el tiempo, se deberían dar por hechos. Por el momento, no podemos más que tomar nota y seguir el ejemplo.
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