SE FRUSTRA EL FICHAJE DE JOSÉ MARÍA FIDALGO
UPyD cumple tres años sin otra estrella política que la de Rosa Díez
Rosa Díez, en el acto de celebración del tercer aniversario de UPyD (Fernando Cózar). @Daniel Forcada.-
Pocos apostaban por ella cuando Rosa Díez rompió hace tres años su carné del Partido Socialista. Ni los bancos fiaron sus créditos al futuro político de una nueva formación que difícilmente, pensaban, podría romper la hegemonía aplastante del PP y el PSOE. Pero han pasado ya tres años y UPD afronta el 2011 con el desafío de convertirse en la bisagra decisiva de la política española. Un camino que el partido ha recorrido hasta la fecha con el liderazgo en solitario de Rosa Díez y sin la aparición, aún, de nuevas “estrellas” políticas que le acompañen en el cartel.
La más llamativa ausencia a día de hoy sigue siendo la del ex secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo. Tras meses de rumores que le apuntaban como posible fichaje, Fidalgo continúa deshojando la margarita de UPyD sin terminar de decidirse a encabezar las listas del partido. Muchos lo esperaban y lo querían como cabeza de cartel para las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid. Pero el que hubiera sido el candidato más fuerte para tan importante plaza política sigue no termina de verse en la política regional y apunta, aseguran algunos, a un papel más destacado en las próximas generales. Podría ser entonces un buen número dos que acompañase a Rosa Díez en la lista por Madrid.
Sea como fuere, el ex líder de CCOO sigue siendo un simpatizante del partido y, sobre todo, un buen amigo de Rosa Díez, la única cara reconocible del partido a nivel nacional, por lo que nadie descarta que se le pueda ver haciendo campaña con Díez y participando en algunos de los actos de la próxima electoral.
Primarias en todas las comunidades
Y es que UPyD apuesta en su filosofía por el poder de las bases y no por la política de los nombres estrella gana-encuestas. Por eso, el partido acaba de abrir un proceso interno de primarias mucho menos mediático que el que enfrenta a Gómez y Trinidad en el PSOE, pero que otorgará a sus militantes la capacidad de elegir a sus candidatos en todas las comunidades. “Cuando alguien tiene que apelar a que su candidatura es de las bases o que es de la ejecutiva, es que no tiene nada que defender”, señaló al respecto Rosa Díez en el acto que UPD organizó con motivo de su tercer aniversario. “No confundimos las primarias con el debate interno y orgánico, eso lo hicimos en el I Congreso, y elegimos a los que creemos que están en mejores condiciones para defender nuestro programa en las instituciones y así defender mejor a los ciudadanos”.
El proceso interno, sin embargo, no está siendo, en sus primeros movimientos, tan pacífico como la propia Díez lo pinta y ya se ha contaminado del virus de las divisiones. De hecho, en Madrid, donde UPyD se juega su futuro de forma más decisiva, la convocatoria de las primarias ya ha supuesto la dimisión, por motivos personales, del hasta ahora coordinador del partido, Javier García Núñez. Dimite, pero se presenta también como candidato a las primarias por la Comunidad frente al ex secretario de Estado de Comercio en la época de Felipe González, José Luis de Velasco. Ellos dos son, de momento, los principales aspirantes en una lista que, según sondeos internos de UPD manejados antes del affaire Trini-Gómez, podría obtener hasta 11 escaños. Eso, claro está, en el mejor de los supuestos electorales.
Sea como fuere, la soledad política de Rosa Díez en su único escaño del Congreso y en su liderazgo en el partido cuenta, al menos, con un buen número de reconocidos simpatizantes y afiliados. Uno de los últimos en llegar, por ejemplo, ha sido el actor Toni Cantó, que acudió este jueves a la fiesta del tercer aniversario y que ya participa de forma activa en la política de su ciudad, Torrelodones. Y en la estela de UPyD también están otros como el filósofo Fernando Sabater, el catedrático Francisco Sosa-Wagner, el dramaturgo Albert Boadella o el escritor Mario Vargas Llosa.
Con una diputada en el Congreso, otro en la Eurocámara y un tercero en el Parlamento Vasco y con sus más de 6.500 afiliados, UPyD encara su cuarto año de vida con el reto de dar el paso de gigante definitivo. Por ahora, las encuestas y el hartazgo de los ciudadanos hacia los dos principales partidos están de su parte. Habrá que ver hasta dónde llega su efecto
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