VALENCIANO Y HERNANDO ARREMETEN CONTRA EL LÍDER DEL PSM MIENTRAS BLANCO HABLA DE UNIDAD
Trifulca en la Ejecutiva del PSOE tras el triunfo de Gómez en las primarias.
La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, durante la rueda de prensa de ayer (Efe) @José L. Lobo / Alberto Mendoza.-
Las heridas abiertas en la cúpula socialista por las primarias de Madrid, lejos de cicatrizar tras el triunfo de Tomás Gómez, siguen infectadas. La Comisión Permanente del PSOE -una versión reducida de la Ejecutiva- vivió ayer una tensa disputa dialéctica entre los partidarios de la unidad y de cerrar filas en torno al ganador y quienes "aún no han digerido la derrota" de Trinidad Jiménez, la candidata del aparato y del líder del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, según han relatado a El Confidencial fuentes conocedoras del encuentro celebrado en la sede de Ferraz.
El secretario de Política Municipal, Antonio Hernando, y la responsable de Política Internacional, Elena Valenciano, dos de los máximos valedores de Jiménez en la dirección del PSOE, se mostraron "muy duros, críticos e incluso agresivos" con Gómez por haber desafiado a Zapatero al forzar la convocatoria de primarias y haber dañado el liderazgo de éste con su victoria del pasado domingo, según aseguran las fuentes consultadas.
El número dos del PSOE, José Blanco, se mostró conciliador durante su intervención y apeló a la "cohesión" del partido en torno a la figura de Gómez para tratar de ganar las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo. Y ello a pesar de que el ministro de Fomento ha sido el principal cerebro -junto al ministro de Interior y miembro de la Ejecutiva, Alfredo Pérez Rubalcaba- de la fallida estrategia diseñada por Ferraz para tumbar al líder del PSM y evitar la convocatoria de primarias.
Blanco, sin embargo, fue ayer muy tibio en su apoyo a Gómez, según las fuentes consultadas. En cambio, pidió a la cúpula socialista que se vuelque con Zapatero para evitar que se desmorone su ya debilitado liderazgo, ahora mucho más cuestionado tras la victoria del secretario general del PSM.
Dardo envenenado de Pajín
También la número tres socialista, Leire Pajín, insistió en la idea de unidad durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente: "Hoy todos somos una piña", aseguró. Antes, Pajín había reclamado a sus compañeros de partido que el apoyo a Gómez sea a partir de ahora mucho más explícito, y añadió una apostillla que muchos han interpretado como un dardo envenenado contra Blanco y Rubalcaba, al afirmar que algunas de las críticas lanzadas contra el líder del PSM han sido "altisonantes".
El ministro de Interior formó tándem con el titular de Fomento en el uso interesado de los sondeos de Ferraz para defenestrar a Gómez. Y atacó sin miramientos al ex alcalde de Parla asegurando que su mayor mérito consistía en "haber dicho no a Zapatero". Una cualidad que, paradójicamente, ha servido al líder del PSM para granjearse un buen número de apoyos. Y no sólo entre los militantes madrileños que le han dado el triunfo frente a Jiménez.
Ayer mismo, sin ir más lejos, el presidente del Congreso, José Bono, dijo que Gómez es "un fenómeno" que ha logrado "una hazaña muy digna de ser reconocida". Y un ex presidente de la Cámara Baja, Gregorio Peces-Barba, se mostró muy crítico con la decisión de Zapatero de tratar de laminar al ex alcalde de Parla, que calificó de "incongruencia poco justificada".
No obstante, y pese a la controvertida participación de Rubalcaba en la campaña a favor de Jiménez, el titular de Interior se refugió ayer en el silencio para evitar hacer cualquier comentario sobre el resultado de las primarias. "Ni yo debo ser el primero en hablar, ni debo hacerlo en la inauguración de un cuartel de la Guardia Civil", se excusó al ser preguntado durante una visita a unas instalaciones del instituto armado en Navia (Asturias).
Hernando y el control del PSM
El entorno de Gómez interpreta la irritación mostrada ayer por Antonio Hernando durante la reunión de la Comisión Permanente como la demostración de que en las primarias no sólo estaba en juego el cabeza de cartel para los comicios autonómicos, sino el control orgánico del partido. En paralelo a la candidatura de la ministra de Sanidad, Blanco y Rubalcaba diseñaron el desembarco de Hernando como nuevo secretario general del PSM. Una operación pensada para manejar todos los resortes de la formación en la capital que se ha desmoronado con el triunfo del ex alcalde de Parla.
Sin embargo, el equipo de Gómez teme que Hernando y Valenciano continúen erosionando a la cúpula del PSM desde el aparato federal, comprometiendo así sus posibilidades de victoria ante Esperanza Aguirre. Según las fuentes socialistas consultadas, sólo Zapatero podría poner fin a esta oposición interna que amenaza la estabilidad del PSOE.
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