La bravuconada de González da armas al PP para acorralar a Rubalcaba
El vicepresidente -o presidente en la sombra- ya era pieza de caza mayor para los populares antes de la "rajada" de Felipe y, tras ella, más porque tiene muchas preguntas a las que responder
Rubalcaba apenas ha dicho esta boca es mía tras las declaraciones de "El País". Sólo que él le quiere.
Antonio Basagoiti dio la clave el martes: "Ahora que se sabe la X podemos hacer una regla de tres y adivinar quién es la Y. La X quizá es pasado pero la Y igual es presente y está en este Gobierno todavía". El presidente de los populares vascos se refería así a Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del último Gobierno de Felipe González y, desde el pasado 20 de octubre, también con José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin pretenderlo, con su entrevista a El País el ex presidente le ha dado a los populares la mejor de las municiones. Desde que Zapatero decidió ascender a su ministro del Interior al olimpo de los vicepresidentes, Mariano Rajoy y los suyos tuvieron claro que Rubalcaba era pieza de caza mayor. Y González les ha hecho parte del trabajo colocando a quien fuera su portavoz en la picota a propósito del GAL.
El PP cree que el también vicepresidente primero tiene mucho que explicar, puesto que, como señaló Esteban González Pons este miércoles, González trajo a la memoria en las páginas del diario de Prisa "al Rubalcaba que fue a la puerta de la cárcel de Guadalajara a dar un abrazo a los políticos condenados por guerra sucia contra ETA".
¿Estaba al tanto el ahora número dos del Gobierno de la opción que barajó su entonces jefe de volar a la cúpula de la banda terrorista, él que ha negado una y mil veces la implicación del Ejecutivo en el GAL? ¿Y del manejo ilegal de los fondos reservados, otra de las cosas que reconoció González en la ya famosa entrevista con Juan José Millás? (que por cierto tuvo lugar más de un mes antes de publicarse, los días 27 y 28 de septiembre).
Por ahora, Rubalcaba ha optado por esconder la cabeza. El lunes se limitó a decir desde Bruselas que él está "entre la gente que quiere a Felipe González" -pese a la insistencia de los periodistas- y este miércoles le vino a las mil maravillas tener que representar al Gobierno en el acto del bicentenario de la Constitución de Cádiz. Porque así evitó enfrentarse a las preguntas incómodas del PP sobre ese tema durante la habitual sesión de control del Congreso.
Pero el presidente en la sombra, como ya se le conoce en algunos círculos políticos y periodísticos, no podrá huir de la oposición y la prensa eternamente. Por lo pronto, el PP no piensa quitarle de su diana. De hecho, desde Génova 13 se envió este miércoles un argumentario interno a todos los cargos nacionales del partido que reza en su encabezado "Rubalcaba debe explicar su papel en el Gobierno del Sr. X".
En él, los populares sitúan el acento en tres puntos: el número dos de Zapatero fue el portavoz del Gobierno del GAL y del "cinismo"; se sentaba en el Consejo de Ministros cuando el Ejecutivo "aceptaba el manejo ilegal de los fondos reservados"; y, como González, también ha negado en varias ocasiones que José Barrionuevo y Rafael Vera tuvieran algo que ver con los asesinatos.
Entretanto, dos barones socialistas se atrevieron este miércoles a exteriorizar el malestar de la vieja guardia con el ex presidente por resucitar el GAL. "Probablemente no debería haberlas hecho", señaló el extremeño Guillermo Fernández Vara. Por su parte, el castellano-manchego José María Barreda afirmó no comprender por qué González dijo lo que dijo. Pero se ve que el aludido no está arrepentido, puesto que lo volvió a repetir en Colombia.