Carles Francino y Felipe González en la Cadena Ser en febrero de 2011.
Cadena SER
Zapatero se explica por carta ante su militancia: después de mí, el diluvio derechista del PP
Felipe González ajusta cuentas con Garzón y Zapatero en la Cadena SER
Público dedica dos páginas de ‘información' a lo que harán mal los populares cuando ganen
Felipe González ajusta cuentas con Garzón y Zapatero en la Cadena SER
Uno de los fenómenos más curiosos de nuestra democracia es cómo un gobernante nefasto, patrono de corruptos, rey de la demagogia y señor del paro, puede, con el mero paso del tiempo y el padrinazgo de Carlos Slim, convertirse en una especie de ‘Yoda' político, oráculo infalible por encima del bien y del mal. Me refiero, claro, a Felipe González, que se ha marcado una entrevista en esa su casa, la Cadena SER, para dar doctrina y, ya que estamos, ayudar a su partido en horas bajísimas. (González cree que a Zapatero se le acaba el tiempo para decidir su futuro)
El ex presidente ha venido a decirle a Zapatero que, si no está seguro de presentarse a las próximas elecciones, para mañana es tarde, que vaya dejando sitio a quien, a todos los efectos, muchos ven ya como el verdadero presidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y, ya que estamos, meterle un ‘rejón' a Rajoy. Zapatero, ha dicho, está "tan tocado como Rajoy". Cómo puede estar tocado un jefe de la oposición por lo que haga el Gobierno, o cómo estar a 16 puntos por encima del líder socialista merece la calificación de "tocado", no lo explica el ‘Sabio de Somosaguas'. Ni falta que hace, que es sólo un guiño a la parroquia para suavizar el mensaje: Zapatero tiene que irse.
González se puede permitir esas cosas desde su dorado retiro. Como devolvérsela doblada al juez Garzón, más llorante que llorado en su nueva reencarnación cinematográfica de martir de los derechos humanos. Dice Felipe solidarizarse con el ‘juez-vedette', que se sentirá "totalmente indefenso"..., como se sintió el propio González durante siete años cuando el propio Garzón investigaba los crímenes del GAL. Olé. Y a llorar, a los Paules.
Hablando de comunicar, Zapatero lo ha hecho a la antigua: por carta. Público: "Zapatero defiende por carta las reformas ante su militancia". Uno imagina algo así como: "Querida militancia: no es lo que parece...". Pero no: pide ayuda a los suyos para "parar" a la derecha. En crisis, no hay nada como invocar las viejas lealtades de la tribu. Que la medida sea ‘derecha pura', que la derecha imparable es la que le llega de Europa, de eso no se dice nada. Sólo quedan ‘los suyos' y ‘ellos'. El recurso al doberman. "Lo que ofrece el PP es una vuelta atrás", dice Público que dice Bibiana Aído. Cuando uno está caminando hacia el abismo, Bibiana, dar marcha atrás es lo más inteligente que se puede hacer.
Y seguimos con las noticias para camuflar la Gran Traición del Gobierno. La información no son los que mandan, sino los otros. Sí, suena raro, pero Público, con la que está cayendo, dedica dos páginas, dos, a lo que no va a saber hacer la oposición: "El PP admite que le falta un equipo económico de peso". Ahora, para que esto tenga un pase desde el punto de vista periodístico, sólo caben dos explicaciones: o en el país no está pasando nada y hay que llenar papel, o dan por hecho que el PP va a ganar seguro las próximas elecciones. Hay una tercera opción: que se estén pasando el criterio periodístico por el arco del triunfo para movilizar a sus masas. Ustedes eligen.
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