Homenaje a las esposas , compañeras y familiares de los Guardias Civiles Democráticos.
Hace unos días, una compañera de un Guardia Civil Democrático perseguido por solicitar poder solicitar una asociación cultural y deportiva, escribía un comentario muy acertado manifestando que, las mayoras sufridoras de la persecución llevada a cabo por los NacionalSocialistas del PSOE, --al frente el delincuente Felipe González, condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos,-- eran ellas, y tenía y tiene toda la razón. Las familias y las compañeras de los miembros del Movimiento Democrático han jugado un gran papel en todo el proceso de reclamación por vía pacífica de los derechos constitucionales –no debemos olvidar que ETA habla por medio de las armas matando personas y el gobierno se sienta a negociar y además les facilita teléfonos y les avisa de sus posibles detenciones para que no se produzcan--, no se me olvidará nunca, que gracias a ellas podíamos expresarnos sin que directamente nos volvieran a meter en prisión, no nos olvidaremos cómo recaudaban fondos para poder ayudarnos, no nos olvidamos cómo nos daban acogida en sus humildes casas para poder dormir aunque fuera en el suelo con una manta, no nos olvidamos cómo engañaban a los que nos venían persiguiendo y montaban guardias para seguir nuestro rastro, y lógicamente el dolor , el miedo y el sufrimiento que han pasado.
Tengo en la memoria uno de los muchos viajes que hicimos, uno de ellos concretametne a entrevistarnos con el escondido y callado, aunque muy amigo de Roldán, con hábitos más excelsos, --estoy hablando de Benegas, todo un lujo de lujos,-- viaje que para hacerlo no tuvimos más remedio que comenzar a saquear los bolsillos de nuestros amigos y compañeros, y de colaboradores de una asociación de vecinos, y a mitad de camino, como el dinero era poco, nos paramos en un apartado del camino, para poder llenar el estómago, y las palabras de mi querido amigo Victor, que dijo. “Con lo que me peleo con ella, --Milagros—y que buena es, qué bueno está el bocadillo de tortilla y esta cerveza”, antes de marcharnos y sin saber nada nos había preparado una bolsa con bocadillos y bebidas para el camino. El agradecimiento y la colaboración de todo un grupo de esposas y compañeras de los Guardias Civiles ha sido clave para que hoy podamos estar vivos y de pie, fueron nuestra infantería para poder soportar los ataques hitlerianos de un grupo de corruptos encabezados por el Rey Sol que con todos los medios ilegales al amparo del abuso del poder querían eliminarnos física y psíquicamente, tal y como ahora podemos demostrar en la Operación Columna, que sirva la presente para rendirles un gran homenaje a ese colectivo de cónyuges de los Guardias Civiles Democráticos que han sido las grandes luchadoras y las mayoras sufridoras de una guerra por los derechos constitucionales y humanos que aún hoy en día perdura.
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