SU HIJA ES AHORA LA ADMINISTRADORA DE LA FIRMA MADES COMUNICACIÓN S. L.
La mujer de Garzón creó una consultora internacional un mes antes de la sanción al juez
El juez Garzón y su mujer en abril de 2009 (Gtres).
Rosario Molina, la esposa de Baltasar Garzón, creó en abril de 2010, un mes antes de que el juez fuera suspendido de funciones por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una consultora estratégica dedicada a la "intermediación comercial con toda clase de empresas nacionales y extranjeras", según consta en un informe elaborado por la Brigada de Delincuencia Económica de la Guardia Civil por encargo del magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena.
Como ya adelantó El Confidencial, Molina ingresó más de 300.000 euros en una cuenta de Caja Madrid, de la que ella era titular, sólo un mes después de que el juez llegase a Estados Unidos, en marzo de 2005, para su estancia académica de 15 meses en la Universidad de Nueva York, que fue financiada con fondos procedentes de al menos cinco grandes empresas españolas. La mujer de Garzón, familiarmente conocida como Yayo y casada con aquél desde 1980, es profesora de instituto, profesión que abandonó temporalmente para dedicarse al cuidado de los tres hijos del matrimonio.
La consultora Mades Comunicación S. L. se constituyó el 5 de abril de 2010, aunque inició sus operaciones dos meses antes. Como administradores únicos de la sociedad figuraban, inicialmente, la esposa de Garzón y su hija, María Garzón Molina. Pero, según consta en el Registro Mercantil de Madrid, María Garzón fue nombrada el 29 de abril del pasado año administrador único de la empresa, mientras que Molina pasó a ser apoderado. Fuentes muy cercanas a la familia del juez reconocieron a este diario que Mades Comunicación S. L. "tiene muy poca actividad", pero rechazaron dar más detalles por "razones de seguridad".
"Sin comentarios"
Enrique Molina, el abogado que defiende a Garzón en la causa abierta en el Tribunal Supremo por los cobros de Nueva York, rechazó nuevamente ayer responder a las preguntas de El Confidencial. Como ya hiciera el pasado día 2, cuando este diario le pidió que aclarase el origen de los 300.000 euros ingresados en la cuenta de la esposa del juez, Molina salió ayer al paso con un lacónico "no tenemos ningún comentario que hacer". El letrado fue fiscal de la Audiencia Nacional y antiguo compañero de Garzón en ese tribunal.
Según consta en el Registro Mercantil de Madrid, el objeto social de Mades Comunicación S. L. es la "intermediación comercial como agente para toda clase de empresas y entidades, tanto nacionales como extranjeras, públicas y privadas", así como la "prestación de servicios de asesoramiento comercial y consultoría estratégica". La empresa de la esposa y la hija de Garzón, que tiene su sede en un modesto edificio de viviendas del extrarradio de Madrid, aún no ha presentado su cuenta de resultados.
La existencia de Mades Comunicación S. L. ha sido puesta en conocimiento del magistrado Marchena, instructor de la causa contra Garzón, por la Brigada de Delincuencia Económica. Marchena ordenó el pasado mes de septiembre a la Guardia Civil que investigase las cuentas bancarias del juez para aclarar "cuánto, cuándo, cómo y quién" financió sus actividades académicas en Estados Unidos durante el permiso por estudios que le concedió el CGPJ entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de junio de 2006. El magistrado del Supremo tiene indicios de que una parte del dinero cobrado por Garzón se ocultó al fisco estadounidense.
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