Decía Marie Curie, premio Nobel de Química en 1911, que «dejamos de temer aquello que empezamos a entender». Ella es la figura central del Año Internacional de la Química, inaugurado en el CSIC esta misma mañana. Porque según todos y cada uno de los ponentes invitados a este acto, es necesario reivindicar el papel de la mujer en la ciencia. De nosotros, de todos, depende.
Hoy, en Madrid, en el salón de actos del CSIC, se ha respirado química, pero no una química cualquiera, sino aquella que contribuye a construir una realidad mejor. Basta con mirar a nuestro alrededor para ratificar que todo es química, que la Química es, nuestra vida, nuestro futuro.
El sector químico tiene por qué sentirse orgulloso y debe demostrarlo al mundo, pues junto con el resto de sectores profesionales, su labor es imprescindible para obtener el cambio de modelo productivo que en España tanto se ansía.
En el caso de la ciencia, el tiempo pasado no siempre fue mejor. Por lo que Gobierno, Universidad e Instituciones científicas se han comprometido a hacer del 2011, un año lleno de química. Un año en el que al empezar a entender profesionalmente, dejemos por fin, de temer, también, profesionalmente.
