El diario El País ha sido condenado a rectificar parcialmente una información ·inexacta· sobre Baltasar Garzón y los fondos que éste recaudó para financiar su estancia académica en Nueva York entre 2005 y 2006. El diario de Prisa deberá publicar la rectificación en primera página, con ·relevancia semejante· a la que tuvo la noticia original y ·sin comentarios ni apostillas·, según reza la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 11 de Murcia a la que ha tenido acceso El Confidencial.
La demanda contra el periódico fue presentada por el abogado José Luis Mazón, el mismo que se querelló contra Garzón a raíz de sus cobros en la Universidad de Nueva York, querella que dio lugar a la causa abierta contra el juez en el Tribunal Supremo por presunto cohecho y prevaricación. Garzón aceptó supuestamente fondos del Banco Santander y de otras cuatro grandes multinacionales españolas para sus cursos en Estados Unidos, y al regresar a España archivó una querella contra Emilio Botín, pres idente de la entidad bancaria.
La información que El País deberá rectificar fue publicada en su edición del pasado 6 de febrero, en portada y a cuatro columnas, con este titular: ·Con el caso Gürtel empezó una persecución implacable contra mí·. En el antetítulo de la noticia se afirmaba: ·Garzón se confiesa en un documental de Isabel Coixet·. El rotativo se hacía eco de un documental-entrevista realizado por la cineasta catalana, Escuchando al juez Garzón, en el que éste denunciaba: ·Hay una fecha que para mí es determinante, que es cuando estalla el denominado caso Gürtel. A partir de ahí, con aquella mascarada que montaron determinados medios de comunicación (...) comenzaron el acoso y una persecución implacable en mi vida privada y en la vida profesional·.
Garzón considera, según recogía la información de El País, que de las tres causas judiciales que tiene abiertas (crímenes del franquismo, escuchas a los cabecillas de la red Gürtel y sus abogados, y cobros de Nueva York), esta última es ·la más desquiciante. Es para mí alucinante. No entiendo nada. Ya no es que me tenga que defender de acusaciones; es que no sé de lo que me tengo que defender. Porque no sé cuál es la acusación. La acusación de que he cobrado dinero, que no he cobrado; que he percibido fondos, que no he percibido; que he gestionado, que no he gestionado... Es decir, no sé a día de hoy por qué se me está investigando, por qué se me ha abierto una cau sa general·.
Afirmaciones ·inexactas·
Mazón, sin embargo, considera que todas esas afirmaciones son ·inexactas·, y pide al juez instructor de Murcia que obligue a El País a rectificar. ·Es inexacto que las acciones contra Garzón por sus cursos de Nueva York empiecen a partir del caso Gürtel·, argumenta el abogado, ·pues éste se inició en febrero de 2009 y la primera querella contra Garzón por los cobros de Nueva York fue puesta en junio de 2008, esto es, ocho meses antes del inicio del caso Gürtel·.
Según señala la sentencia, Mazón también considera ·inexacta· la información de que ·Garzón no sepa de lo que tiene que defenderse o que no sepa de qué se le acusa·. Y aclara: ·La querella admitida por el Tribunal Supremo versa sobre cohecho y prevaricación·. El abogado recuerda que ·consta acreditado que Garzón pidió en marzo de 2005, en carta encabezada 'Querido Emilio' al presidente del Santander, la financiación por 300.000 dólares de un curso que iba a dirigir el magistrado·. También está acreditado, añade Mazón, que Garzón ·pidió fondos a Cepsa y a otras empresas·, y que al regresar de Nueva York ·conoció de una querella contra el banco que le había financiado (...), cometiendo un acto prohibido que impide a todo juez participar en un caso donde tenga interés directo o indirecto·.
La sentencia del juzgado de Murcia afirma que El País ·tiene la obligación de procurar al aludido [Mazón] la posibilidad de replicar sobre estos hechos, esto es, no puede poner obstáculos a la persona aludida para que, en contraste con lo manifestado por el entrevistado [Garzón], pued a dar su versión de los hechos, no siendo la finalidad de este derecho la de descubrir la verdad, sino la de procurar la existencia pública de versiones diferentes sobre unos mismos hechos para que los lectores del periódico puedan hacerse una idea mejor, más completa y plural de la realidad·. Antes de demandar a El País, Mazón reclamó al diario mediante un burofax que rectificase la información, pero su petición no fue atendida.
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