Nuevos ataques a la jueza De Lara, esta vez con pintadas

La magistrada también fue objeto de una denuncia que fue desestimada

La jueza Pilar de Lara Cifuentes, instructora de la operación Carioca, volvió a ser objeto de ataques por sus investigaciones. Esta vez aparecieron pintadas en la zona de A Fonte dos Ranchos, enfrente a un pub latino en el que la policía efectúa registros habitualmente. El último tuvo lugar el pasado fin de semana. Las quejas contra la jueza no solo las llevan a cabo personas anónimas con escritos en las paredes. Otro escrito de queja contra ella, en forma de denuncia, fue enviado al Consejo del Poder Judicial, sin embargo este órgano lo desestimó, según trascendió recientemente. Sin embargo esta queja tenía un calado mucho más profundo que una simple denuncia, según expresaron diversas fuentes.

No hay constancia alguna de que fuera abierta alguna investigación relacionada con los ataques escritos a la magistrada, a pesar de que éstos aparecieron en una zona aparentemente muy frecuentada por agentes policiales. En cambio, el Consejo del Poder Judicial sí sometió a seguimiento alguno de los pasos dados por la instructora dentro de la operación Carioca. Lo hizo como consecuencia de una denuncia que finalmente no acabó prosperando y que tendría como único fin derribar a la magistrada. Según referencias, la iniciativa pudo haber partido de alguna persona relacionada con los cuerpos y fuerzas de seguridad, extremo que, por ahora, no pudo ser confirmado. Esta circunstancia impide saber momentáneamente si el denunciante llegó a ser investigado por su relación con actividades de la Carioca, si actuó por iniciativa propia o si, por el contrario, lo hizo movido por terceros.

Los ataques, las quejas y protestas (algunas incluso en reuniones públicas) contra la jueza, la falta de apoyo institucional a su trabajo revelan que su investigación resultaba, cuando menos, incómoda y posiblemente lo que interesaba es que Pilar de Lara no profundizase en el gran pozo negro que constituye todo el entramado montado en torno a los burdeles, sus responsables y también determinados miembros de las fuerzas de seguridad