Cerca de dos años y medio después de su imputación, el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, queda libre de cualquier acusación en el 'caso Gürtel', la mayor trama de corrupción en torno al Partido Popular. El juez que instruye la causa en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira, ha dictado el sobreseimiento provisional del dirigente popular, que se vio obligado a dimitir de su cargo tras salir a la luz el escándalo. El primer juez que investigó este asunto, Baltasar Garzón, le acusó de cobrar 1,35 mil lones de euros en sobornos de la trama liderada por Francisco Correa.
En un auto fechado el 29 de julio y hecho público este jueves, el magistrado atiende al recurso presentado por Bárcenas y confirma que los indicios inicialmente apuntados, tanto por Garzón como por el Tribunal Supremo -que se encargó de Bárcenas mientras fue aforado-, “no han sido confirmados”.
Es más, en el texto, Pedreira acusa a la Agencia Tributaria de pretender hacer responsable a Bárcenas de las cuentas de su mujer, Rosalía Iglesias, cuando ni siquiera su esposa está imputada en este proceso penal. “Es obvio que el señor Bárcenas no puede ser condenado como consecuencia de las investigaciones practicadas contra su esposa, cuando ésta no debe estar inmersa en este proceso penal”, recoge. El instructor califica de “pretensión insólita” intentar imputar a Bárcenas por cuenta de su mujer.
El magistrado, que se ha inhibido en favor de la Audiencia Nacional, es muy claro en su auto. Bárcenas no era funcionario público cuando supuestamente recibió dinero de Correa. Fue nombrado tesorero de la formación política en 2008, a posteriori de la comisión del delito. Desde 2004 fue senador pero como tal “no puede realizar actuaciones que comprometan a la Administración Pública, pues esto sólo lo puede hacer la propia Cámara y no él a título individual”. Esto quiere decir que el parlamentario no reúne las condiciones de autoría exigidas en el delito de cohecho.
Garzón le acusó de recibir viajes gratis por parte de las empresas de la trama contratados con la mercantil Pasadena Viajes. Pues bien, según Pedreira, “no existe prueba de que tales pagos hayan sido abonados por el propio Grupo Correa”. En cualquier caso, dice, “no siendo Bárcenas cargo público, sería irrelevante que se le hubiese invitado a dichos viajes”.
También se le atribuyeron 330.000 euros, que el ex senador justificó en la compra de varios cuadros mientras que Garzón lo achacó a un importe entregado por la trama, según apuntaron en su día los investigadores. Pero Pedreira, muy duro, concluye: “A los informes policiales se les atribuye, de forma interesada y parcial, confusionismo y falta de relevancia”. La Agencia Estatal informó en febrero de 2010 al Tribunal Supremo que no existen elementos para creer que la operación -la compra de los cuadros alegada por Bárcenas- no se produjera y que por tanto no existen elementos para considerar irregular el préstamo del Banco Popular.
La anotación “Luis el cabrón” junto a 72.000 euros aparecida entre la documentación del principal imputado, y único que actualmente se encuentra en prisión, se realizó en 2007 y, según Pedreira, no puede referirse a Bárcenas porque en aquel entonces no existía relación entre ambos. Además, existen otras personas a las que sí podría referirse tal expresión pues mantenían tensas relaciones con él. “No cabe hablar de delito de cohecho, al no haberse acreditado que Luis Bárcenas realizara acción o actuación alguna que supiera la adjudicación irregular de obras o de cualquier otra prebenda pública a Francisco Correa o sus empresas”. Tampoco se puede acreditar que las iniciales “L” o “LB” aparecidas en varias ocasiones entre las cuentas de la caja B de Correa se refieran a Bárcenas. “La atribución de los acrónimos es de perplejidad, ya que da valor a distintas siglas para la misma persona, y además se utiliza un acrónimo soez como 'Luis el cabrón', lo cual no encaja si se tiene en cuenta que el PP, según el propio Francisco Correa, 'le había hecho rico'”.
“Luis Bárcenas era gerente del PP con facultades limitadas y no tenía, en principio, competencia ni capacidad de vincular ni influir en personas que pudieran realizar las adjudicaciones o los contratos públicos”. Con este auto, Pedreira desmantela la investigación de Garzón que sostenía que “la conducta presunta, pero concreta· de Bárcenas se habría desarrollado ·en el seno de la organización liderada por Francisco Correa en la que estaría integrado y prestaría los servicios requeridos por éste, en función de su posición cualificada o es tratégica en el partido político al que pertenece· y por lo que le imputó asociación ilícita, blanqueo de dinero, contra la Administración Pública y cohecho
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