#occupywallst, #indignados: Mil matices y alguna diferencia: las Credit Unions
¿Sensaciones sobre Estados Unidos? pocas o poco relevantes. Vivimos en un entorno globalizado que asimila, entre otras muchas cosas, los estilos de vida entre las ciudades globales, capitales, ya no de territorios sino de empresas multinacionales en las que resulta lo menos relevante la nacionalidad de los empleados. Muchos matices (Nueva York es, de hecho, la ciudad de los mil matices), pero muy pocas diferencias en lo esencial.
La característica más relevante, la diversidad: diversidad racial, diversidad cultural, Florida diría que gracias a ese tipo de características en estas ciudades se aglutina el talento, la creatividad. En otras palabras, las que Steven Johnson llamaría “arrecifes de coral” porque son lugares especialmente adecuados a la innovación, Nueva York, Barcelona, Madrid, Londres, Berlín, son cada vez más diversas y creativas pero a la vez, más parecidas entre sí.
Decíamos en el post anterior que hablaríamos sobre el movimiento global del pueblo, sobre el nuevo casi ya “fenómeno social” de la indignación que recorre el mundo.
Pues bien… tal vez en ese sentido sí existan diferencias a destacar. Me quedo con una, que con el slide de imágenes ha motivado este post: los ciudadanos están pasando, haciendo gala del pragmatismo que conocemos en la población norteamericana, de la indignación a la acción.
La imagen, sacada de un periódico local forma parte de una campaña en los social media para hacer del 5 de noviembre el “Bank Transfer Day”, reflejando a las mil maravillas el vínculo entre redes sociales y los movimientos ciudadanos en las calles: “Los bancos ignoran tus peticiones de amistad, a los bancos no les gustas, a las Uniones de crédito, sí”.
Dicho en otras palabras, los bancos siguen imponiendo sus jerarquías sin darse cuenta de que las cosas están cambiando, de que las TEP (Tecnologías para el empoderamiento y la participación) están fortaleciendo, no sólo la voz sino también los brazos, las posibilidades de actuación del pueblo.
Así, no me sorprendía la noticia del 3 de Noviembre en Reuters: Los grandes bancos, a pesar de estar rebajando ya sus comisiones para tarjetas de crédito en un intento desesperado por evitar la fuga, siguen perdiendo clientes, que emigran ya hacia fórmulas de colaboración ciudadana. Las Uniones de crédito, cooperativas de crédito sin ánimo de lucro autogestionadas por sus miembros, están ganando terreno en EEUU en los últimos tiempos. En concreto han conseguido 650.000 nuevos usuarios, 4,5 mil millones de dólares repartidos entre las casi 8000 credit unions estadounidenses, desde el 29 de septiembre, cuando el Banco de América anunciaba que añadía una cuota de 5 dólares mensuales para el uso de tarjetas de crédito.
No se conocen datos oficiales de los bancos pero sí que en términos de fidelidad las Credit Unions tienen la batalla ganada. Cada vez más ciudadanos las adoptan y declaran, además, no querer abandonarlas en los próximos tiempos.
Sabemos que existen figuras similares en nuestro entorno (en los comentarios empiezan a aparecer algunas, que quizás recojamos en un próximo posteo) pero ¿llegará en nuestra cultura a popularizarse esta tendencia?
En fin…juzgad vosotros mismos/as cómo se ve el patio internacional. De la serie de fotos que os dejo, de #occupyprovidence y #occupywallst me quedo con:
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