ENTREVISTA A JESÚS EGUIGUREN, PRESIDENTE DEL PSE
“Yo que Rubalcaba no sería candidato a la secretaría general del PSOE”
El presidente del PSE, Jesús Eguiguren
(Efe). Carlos Fonseca
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Se le ve cansado. El largo proceso que ha llevado a ETA a decretar el “cese
definitivo” de la violencia le ha dejado una sensación de agotamiento vital. Han
sido muchos años defendiendo el fin dialogado de la violencia pese a las
críticas de su propio partido. Es la antítesis del político al uso: habla con
claridad y sin rodeos, no elude ninguna pregunta y pocas veces se esconde tras
lo políticamente correcto. Nos encontramos la tarde del pasado martes en la sede
en Madrid de la editorial Santillana, que acaba de publicar “ETA, las claves de
la paz”, un libro escrito en colaboración con el periodista Luis Rodríguez
Aizpeolea, en el que desvela los entresijos del proceso de paz. Hablamos de
ello, pero también del futuro: de lo que cree que debe hacer Mariano
Rajoy; del “poderío” electoral de la izquierda abertzale y las consecuencias
para su partido, y del próximo Congreso del PSOE para elegir al líder que haga
la dura travesía por el desierto de la oposición.
Cuando Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales de 2004 usted ya
llevaba tiempo hablando con Arnaldo Otegi sobre la manera de acabar con la
violencia. ¿Le contó al presidente lo que se traía entre manos para que apoyara
su iniciativa?
No podía trasladarse sin más el contenido de las conversaciones con Otegi y
mis impresiones porque el presidente se habría sorprendido y preguntado: ¿qué
hace este tío diciendo que quiere hablar conmigo de terrorismo nada más llegar a
La Moncloa? Se lo conté a Pepe Blanco, entonces secretario de
organización del PSOE, aprovechando que vino al País Vasco para asistir a un
congreso que los socialistas guipuzcoanos celebrábamos por aquellas fechas, y
después entré en contacto con Alfredo Pérez Rubalcaba. Pese a lo que
algunos pueden pensar, he tenido poca relación con Zapatero.
Ha defendido siempre el fin dialogado de la violencia pese a la
indiferencia y las críticas de muchos dirigentes de su partido. ¿Se ha sentido
solo?
Sí, pero bueno, he cumplido con mi obligación. Además, tampoco faltaron
compañeros que me decían que estaban conmigo, y me considero reconocido por
mucha gente que me para por la calle para felicitarme.
“Las cosas de Jesús” era la muletilla con que sus compañeros respondían
cuando les preguntábamos sobre sus reflexiones y propuestas. Para ellos sus
opiniones eran extravagancias.
Se han dicho tantas cosas de mí… los míos. Llegué a preocuparme porque me
decía que a lo peor me había obsesionado con el tema, que me había pasado de la
raya y quienes me criticaban tenían razón. Pensaba en Mario Onaindía
(exmilitante de ETA pm que acabó en el PSE), que sufrió un proceso similar.
Hablaba del tema y no paraba, y eso que era un hombre de pocas palabras. Yo he
pasado esa fase y la he superado. Todo lo que decía se sustentaba en datos, en
documentos y en mi experiencia.
¿Y ahora, qué le dicen quienes le criticaban desde su propio
partido?
Ahora me duele que, pese a lo que hemos logrado, veo a muchos militantes
socialistas tristes porque el 20N hemos obtenido malos resultados en Euskadi, y
Amaiur, en cambio, ha subido. Tienen esa sensación de “qué injusticia” después
de tanto esfuerzo.
Porque pensaban que el partido iba a rentabilizar electoralmente el fin de
ETA.
La gente creía que habría un día D en el que todo se acabaría de golpe, pero
no es así, va a ocurrir como con la nieve, que desaparece poco a poco. A los
afiliados se les dijo siempre que eran ocurrencias mías, y ahora la paz les ha
pillado desprevenidos porque no se la esperaban. Se ha explicado mal todo el
proceso.
La izquierda abertzale acaba de aterrizar en el Congreso de los Diputados
como Amaiur de modo muy discreto, sin las alharacas de etapas
anteriores.
Están actuando con mucha inteligencia y moderación. Se pasan cuando hablan de
los presos; ahí sí se les ve un poco arrogantes pero, por ejemplo, están
respetando la bandera española en los ayuntamientos, cosa que el PNV no hizo, y
ni siquiera han quitado el ETA ez (ETA no) de las fachadas de algunos de
ellos. Están haciendo las cosas bastante bien. Su obsesión ahora es acercarse al
PSOE.
Al futuro presidente le corresponde cerrar el ciclo de la violencia con la
disolución de ETA. ¿Cree que va a dar pasos o que lo dejará estar?
Este tema es muy serio y no creo que un presidente de Gobierno sea tan
irresponsable de no continuar un proceso que para él es relativamente sencillo.
Patxi López tiene que hablar con los partidos vascos, buscar consensos y
trasladárselos a Rajoy, que solo tiene que ocuparse del tema de los presos. Las
cuestiones políticas son cosas de los vascos: la convivencia, la reconciliación,
qué hacemos con el Estatuto… aunque Rajoy puede opinar.
No solo opinar, también puede rechazar los acuerdos que pudieran alcanzar
los partidos vascos, porque una reforma estatutaria requiere del visto bueno de
las Cortes y el PP tiene mayoría absoluta.
Es cierto, pero si la propuesta le llega con el apoyo del 80% de los partidos
vascos ¿qué va a hacer? Su papel es relativamente sencillo porque va a tener el
apoyo de todo el país y el PSOE le va a ayudar, pero estas cosas hay que
hacerlas pronto, porque si tarda a lo peor el país se pone en contra.
Una de las exigencias para avanzar es que los terroristas pidan perdón por
el daño causado.
Eso no sirve ahora de nada porque el perdón de hoy no es sincero, sino
propaganda y estrategia política. Tal vez en diez años…
Cuando antes me decía que los temas políticos los tienen que resolver los
partidos vascos entiendo que se refiere, entre otras cuestiones, a qué relación
quiere tener Euskadi con el Estado.
Sí, pero son temas que hay que abordar con calma y con tiempo, cuando todo lo
otro esté aclarado y no haya ninguna duda.
¿Qué primer paso cree que debería dar Rajoy una vez investido
presidente?
Abordar eso que llaman “las consecuencias del conflicto”: el acercamiento de
presos, los exiliados… que son cosas que están contempladas en la ley y dan al
Gobierno un gran poder discrecional para hacer lo que quiera. El acercamiento,
por ejemplo, es acorde con el espíritu del derecho penal español; la dispersión
ya no tiene sentido. También debe abordar la verificación del fin definitivo de
ETA, que alguien tendrá que hacer.
¿Y qué pasa con Otegi, que, como usted, ha sido uno de los protagonistas
del proceso de paz?
Pues cuando cumpla la pena, a la calle. Creo que ya podría haber salido de
prisión si no fuera por la repercusión que tendría su caso, porque otros que
están acusados de cosas parecidas ya están en la calle.
Supongo que a la calle en libertad condicional, porque tiene recurrida al
Supremo una condena de 12 años como dirigente de ETA por el “caso Bateragune”.
Sí, con lo que diga la ley, que no puedes vulnerarla.
¿Se le ocurre otra persona que pueda hacer el papel de Otegi si su
estancia en prisión se prolonga?
Otegi tiene las cualidades de un político: domina los medios, dice frases
brillantes… pero creo que en la izquierda abertzale hay muchas cabezas que saben
lo que tienen que hacer. Lo que ocurre es que ese mundo quiere engordar la
figura de Otegi para sacarlo de la cárcel en vísperas electorales (en alusión a
las autonómicas de 2013) como un héroe. Supongo que habrá gente que se dará
cuenta de estas cosas, porque para las autonómicas falta un año y como no se den
prisa lo van a sacar de prisión la víspera.
Ya que habla de las autonómicas de 2013, es muy previsible que la mayoría
PSE-PP no sea suficiente para gobernar en Euskadi.
Parece que no, pero ya veremos, hay que esperar. Además, hay otras mayorías
posibles encabezadas por el PSE.
¿Con el PNV? ¿Con Amaiur?
Con Amaiur no lo entendería nadie, ni aunque hiciéramos un programa muy
moderado. Eso vendrá en su día, ya llegará, pero ahora no lo veo. Nadie se ha
fijado que Bildu gobierna en Guipúzcoa con la abstención del PSE, y que en el
ayuntamiento de San Sebastián no nos hemos aliado con el PNV para arrebatarles
la alcaldía; ahora, gobernar la comunidad autónoma es otra cosa.
¿Entonces el PNV?
Eso estará en función de los resultados. Pero es que el PNV aunque pierda y
tenga peores resultados que tú te pide la ‘lehendakaritza’. Ya pasó cuando Txiki
Benegas ganó las elecciones… Pero bueno, aún queda tiempo, y las cosas en
Euskadi han cogido otra velocidad. En un año pueden pasar muchas cosas.
Se lo pregunto aunque sé su respuesta porque ya ha hablado de ello. ¿Sortu
debería ser legal para poder concurrir como tal a las autonómicas de 2013?
Es que la ley de partidos no está para ilegalizar partidos, sino para que los
partidos que no son democráticos no sean legales.
Tras la derrota del 20N el PSOE abordará su renovación el próximo febrero.
¿Ve a Rubalcaba como el mejor líder para encabezarlo?
Es un político joven, aunque la gente tenga otra percepción porque lleva
muchos años en política.
¿Es la mejor elección posible?
Pues habrá que ver quiénes se presentan. Rubalcaba juega con la ventaja de
que todo el mundo sabe que es un hombre serio, trabajador y listo, que se
preocupa por el Estado, pero es que no sabemos si va a ser candidato. Yo que él
no lo sería.
¿Patxi López sería un buen secretario general del PSOE?
Sería un buen secretario general y candidato a la presidencia de España, pero
no puede serlo porque es lehendakari de Euskadi y los vascos no le perdonarían
que se fuera a Madrid.
¿Y Eduardo Madina, que es el otro político del que se habla?
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