INCLUIDOS LOS CUESTIONADOS 'JAG' Y SANTANO
Cosidó fulmina a la cúpula policial de Rubalcaba a la que atacó desde el Congreso
El nuevo director de la Policía, Ignacio Cosidó
(EFE). Daniel Forcada
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El nuevo director de la Policía, Ignacio Cosidó, no ha
tardado ni una semana en fulminar a toda la dirección del cuerpo y a mandos tan
significativos como el responsable de la lucha antiterrorista, Miguel
Valverde. Entre los cesados están también los nombres de aquellos mandos más
vinculados a la anterior etapa socialista como el poderoso comisario jefe de la
Policía Judicial, Juan Antonio González (JAG) y José Luis
OIiveira, comisario principal de la Unidad de Delincuencia Económica y
Fiscal (UDEF)
Junto a ellos ha sido cesado también el director adjunto
operativo del cuerpo, Miguel Ángel Fernández Chico; el comisario general
de Policía Científica, Miguel Ángel Santano; el subdirector de
Personal, José Ignacio Araujo; y el subdirector general de Gestión
Económica, Técnica y Documental, Felipe Hernández. Cosidó ha llevado a
cabo, en los últimos días, reuniones y encuentros con diferentes mandos para
configurar un nuevo equipo de su máxima confianza que dará a conocer en unas
horas.
El relevo sorprende, sobre todo, por su dimensión, pues
supone un cambio radical de la dirección del cuerpo, aunque algunos nombres
habían sido puestos en entredicho por el PP desde hacía tiempo. De hecho, en las
filas populares siempre se ha visto con recelo el trabajo de Olivera y
González, a quienes diputados del PP como el propio Cosidó han acusado durante
años de estar detrás de buena parte de las “operaciones policiales con fines
políticos” llevadas a cabo, argumentaban, para contraprogramar determinados
actos y eventos del PP o para detener a cargos públicos del partido. Ambos
estaban, además, al frente del polémico sistema de escuchas SITEL, que carece de
regulación. De hecho, Cosidó ya solicitó la sustitución de JAG cuando era
portavoz de Interior del PP en la anterior legislatura. "La pregunta es qué sabe
este señor para que nadie lo pueda mover del puesto en el que está", llegó a
asegurar en una entrevista a un medio de comunicación.
"Hay reiteradas sentencias judiciales que denuncian que el
Ministerio del Interior está abusando como nunca de los nombramientos a dedo y
de confianza política. Hoy no hay un sólo mando policial que no haya sido
nombrado a dedo por el señor Rubalcaba y ese es un sistema perverso", criticaba
Cosidó en una entrevista concedida a Europa Press. Así las cosas, el relevo, de
arriba abajo, no se ha hecho esperar.
El fin del polémico JAG
Las siglas de JAG también aparecieron en el sumario del caso
Malaya como las iniciales de alguien que supuestamente había recibido dádivas
del propio Juan Antonio Roca y que estaba vinculado al cuerpo policial.
El propio Cosidó llegó a decir también que la obligación del "Ministerio del
Interior es que se sepa si hay un alto mando implicado en el mayor caso de
corrupción e identificar quién es".
Conocido por su afinidad política con el PSOE, el PP ha
acusado en repetidas ocasiones a Juan Antonio González de estar detrás de las
filtraciones del caso Gürtel. De hecho, JAG fue una de las personas que
compartió montería con Baltasar Garzón, el ex ministro de Justicia
Mariano Fernández Bermejo y la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores
Delgado pocas horas después de haber detenido al máximo responsable de la
trama, Francisco Correa, en febrero de 2009. Entonces, aquella extraña
reunión en una finca de Torres (Jaén) terminó llevándose por delante al propio
Fernández Bermejo, que dimitió de su puesto apenas tres semanas
después.
En septiembre de 2010 se conoció también que JAG había
firmado una circular con la que recordaba a todos los jefes policiales que
quedaba bajo su control cualquier caso de corrupción susceptible de salir en la
famosa ‘pena de telediario’. En esa circula, JAG exigía a sus subordinados que
le trasladasen los casos de corrupción en los que estuviesen implicados
“personas relevantes” y “altos cargos públicos”. Todas esas investigaciones
quedarían bajo su control, e incluso se podrían clasificar como secretas para
evitar interferencias de otros cuerpos de la Seguridad del Estado, según
explicaba en el oficio reservado que JAG remitió a todas las jefaturas
superiores de España en mayo de ese mismo año.
Según ha precisado Interior por medio de un comunicado, el
ministro ha decidido la sustitución de 10 de los 13 altos mandos policiales. Tan
sólo mantendrán su puesto a los cargos más administrativos, los jefes de
División de Personal, Gonzalo Rodríguez Casares, y Coordinación Económica
y Técnica, Ildefonso Escalero. Asciende de jefe de División a subdirector
general el responsable del Área de Recursos Humanos del Cuerpo Nacional de
Policía. El resto de los altos mandos, los específicos de la actividad policial,
son relevados. Los nombramientos de los nuevos cargos se darán a conocer mañana
jueves y serán efectivos, a partir del viernes, fecha prevista de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
A falta de que se conozcan de forma oficial los nuevos
nombramientos, la medida adoptada por Cosidó ha irritado al principal sindicato
de la Policía, el SUP. Su secretario general, José Manuel Sánchez Fornet,
ha señalado en su cuenta de Twitter que "si el talante (de Cosidó) hacia los
policías es lo que dicen sus nombramientos, pronto será el peor DGP (director
general de la Policía) de la historia. Infumables nombramientos políticos y los
peores gestores que hemos conocido nunca. "¿Se imagina que se pretendiera sanear
la Monarquía expulsando a Juan Carlos y nombrando a urdangarín? Pues eso ha
hecho Cosidó en la Policía
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