Las deudas de Spanair superan los 500 millones. En dos días de 350 a 500.
Entre el cierre por sorpresa, y ordenado
expediente legal, media el Código Penal. Ferran Soriano ganaba 600.000 euros
anuales.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 31-01-2012. A
toda plana en LA VANGUARDIA, el periódico
barcelonés mejor “enterado” por su directa relación con el Poder político y
financiero catalán…
29-1
Spanair deja 350 millones de deuda.
31-1 Las deudas de Spanair superan
los 500 millones.
… a buen
seguro la diferencia no se debe a un apagón de los ordenadores. Ni menos es
achacable a la profesión periodística. Son el “estilo de la casa”, es decir, de
los “técnicos en quiebras” que nos gobiernan. Al comentario de anteayer que los
acreedores corrientes no cobrarían esos 350 millones, hoy he de añadir que vale
para los 150 millones sumados en dos días, y los que el futuro
sume.
Ignoro porqué entre las premisas de cualquier quiebra “parapública
o de impacto” figura en principio falsear el total de la deuda. Fantaseando
diría que en el expediente para posibles compradores “ful”, que a los
tradicionales árabes se han sumado los chinos, ha de aparecer una cifra
moderada. Ese expediente de venta que los responsables saben no servirá para
nada, puesto que las negativas ¡de siquiera haberlas! se han cosechado antes de
escribir un folio, va dirigido a la Prensa, la Opinión Pública. Inicio del
enredo y desinformación.
Tras la primera mentira caen en cascada cientos
de noticias-fantasía hasta que escampa el escándalo, siempre superado por otro
peor. Los afectados de primera página desaparecerán; los viajeros “tirados en el
aeropuerto” (a la cifra de 85.000 se sumarán cientos de miles que reservaron el
vuelo que no “entrarán en la foto”) y los empleados y obreros, de 4.000 a 5.000
entre directos e indirectos, tragados por el Paro, no serán noticia. Ni menos
sabremos si les atendieron mal o peor, y jamás se comprobarán las cientos de
falsedades impunemente lanzadas.
He leído que la decisión del cierre por
sorpresa se venía barajando desde hacía tiempo y que se optó por esa fórmula
para no provocar pánico. Sin duda decisión política tomada en la Generalitat. No
existe ningún manual que valore si se crearía más o menos pánico que el creado.
Pero el Código Penal contempla esta figura delictiva; es simplemente una estafa
a quien haya comprado un billete. Las cifras no son insignificantes; con
supongamos 200.000 estafados a un promedio de 300 euros, 60 millones, más otros
créditos o deudas, que los responsables saben no se pagarán puesto que el cierre
está decidido, ¿cuántos millones?
De entre esos últimos millones, el
quebrado, empresa privada, suele aparcar ¡si tiene suerte! para continuar en su
altísimo estatus vital... y la lluvia en negro que le exigirá el largo y
complejo pleito que le espera. Me refiero a empresarios con enjundia y cifras,
con experiencia, de los que además ya tienen un buen fajo escondido.
Pero
en este caso el empresario es la Generalitat, que para no atizar el fuego diré
que la recogida final habrá servido para pagar esos 1000 euros de nómina que
dicen han adelantado… que si son 2000 los empleados directos suman 2
millones…
No seguiré elucubrando, de sobras sé que esas cifras ni jamás
se cuantifican con exactitud, ni aparecen, ni cuadran…
Los periódicos
madrileños más cicateros ayudan en el recuento, El Confidencial:
“SORIANO, QUE GANABA 600.000 EUROS, REBAJÓ SU CACHÉ A
LA MITAD POR PROBLEMAS DE TESORERÍA
La cúpula de Spanair cobraba sueldos millonarios
mientras la aerolínea se iba a pique”
Pero sigue sin cuadrar. ¿Por
qué ganarán tanto los ejecutivos de empresas en quiebra alimentadas con dinero
público? Pregunta que ayer me hacía por Adolf Todó de Catalunya Caixa al que el
Estado continúa pagándole 1.550.000 euros. En respuesta vulgar, de taberna, me
respondía “por lo que
callan”.
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