Que las emociones son fundamentales en nuestra motivación, que lo social es
un potente reforzador de nuestras acciones, son cosas ya repetidas de sobra. Lo
curioso es observar cómo se trasladan este tipo de cuestiones, obvias ya en el
entorno online, a lo virtual. Es el caso de las expresiones faciales o las
muestras de reconocimiento social, tan importantes en términos de
motivación.
Así, en community management, en elearning, en cualquier tipo de proceso de
dinamización de la participación en comunidades online, como nos recuerdan en The
next web, será importante utilizar smileys, badges, como elementos de
retroalimentación, de feedback de determinadas actuaciones.
O en el caso de los smileys como el de la imagen, una investigación reciente
muestra cómo los jueces electrónicos proveyendo feedback mejoran de forma
dramática el aprendizaje. Jesús Ibáñez y su equipo medían la respuesta emocional a las líneas curvas como la que
tenemos en la imagen, demostrando que se producían reacciones emocionales,
activando la región
fusiforme, asociada al reconocimiento facial en el cerebro incluso
cuando la curva (la sonrisa) era mínima.
En el caso de los premios en forma de Badges, de medallas, de recompensas
conceptuales, conocemos su presencia en las metodologías educativas de la misma
Code School. También la marca más actual de aprendizaje adaptativo Knewton, la
Codecademy o la iniciativa de Mozilla de pactarlos con disintas instituciones
académicas, los utilizan. En el ámbito de redes sociales, Foursquare, Klout,
etc. trasladan la idea de reconocer los logros y por lo tanto reforzar mediante
reconocimiento social a sus servicios.
Se trata de motivación, de los motivadores del comportamiento humano que
describíamos con extensión en el
capítulo que publicábamos en el nuevo libro de Compartim o como lo concluyen
desde la Universidad de Boston recientmente: Facebook se usa para satisfacer dos motivaciones
primarias, la necesidad de pertenecer a algo y la necesidad de
autopresentación.
Añadiría que saber que estamos creciendo, que aprendemos y nos volvemos más
competentes y autónomos, como decía Deci, son también importantes reforzadores
vinclados a los badges como forma de visibilizarlo.
En este sentido investigadores de Yahoo escribían sobre cómo los badges nos proveen de estatus,
reputación, objetivos y un sentimiento de colectividad.
Son formas, al fin y al cabo, de un reconocimiento social que adquiere nuevas
formas y posibilidades online, de lo que Dan Ariely llamaba consumo
conceptual y que significa que podemos llegar a valorar incluso más que
otros bienes materiales, como el propio, supuestamente omnipotente, dinero, este
tipo de “condecoraciones”.
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