La operación sigue activa
Someten a una prueba caligráfica al excomisario Maximino Losada
La jueza de la Carioca quiere comparar firmas de algunos expedientes
El exjefe de la policía lucense, Maximino Losada, fue sometido a
una prueba caligráfica por orden de la jueza Pilar de Lara, dentro del marco de
las investigaciones de la operación Carioca. La medida tiene por objeto
determinar, por parte de los expertos, si la rúbrica que aparece en el pasaporte
de una mujer relacionada con el alterne es o no la del ex comisario.
De la realización de dicha prueba se tuvo constancia debido al
levantamiento del secreto de una parte de las actuaciones efectuadas por la
magistrada. Losada tuvo que comparecer en sede judicial para realizar lo que
judicialmente se denomina prueba para la formación de un cuerpo de escritura. El
ex jefe policial escribió su nombre completo y estampó varias firmas. El
documento será analizado por parte de un perito especializado en grafología que
determinará si fue realmente el comisario el que firmó o si otro funcionario lo
hizo por él otra persona. De ser así, alguien por el momento no identificado,
habría incurrido en una falsedad en un documento público, lo que provocaría la
apertura de unas nuevas diligencias relacionadas con la comisaría de Lugo.
Ahora será necesario esperar al informe caligráfico. En su
momento, el ex comisario declaró como imputado. La jueza le preguntó, entre
otras cuestiones, por los documentos que firmaba diariamente y éste le respondió
que eran muchos, entre ellos los correspondientes a prórrogas de estancia y
certificados de regreso.
Losada contó a la magistrada que diariamente podría llegar a
firmar alrededor de un centenar de documentos y que no podía revisarlos
minuciosamente todos ellos.
La Perla Negra, es el nombre de un establecimiento nocturno que
funcionó en su momento en la calle Fray Plácido Lemos. Pertenecía inicialmente a
uno de los imputados en la operación Carioca, que posteriormente lo traspasó a
otra persona. Por orden del juzgado instructor decretó un embargo preventivo con
relación a una serie de bienes existentes en el interior del mismo. Funcionarios
de la Agencia Tributaria, en una inspección efectuada en el establecimiento
detectaron que personas desconocidas se llevaron del interior del mismo un
ordenador y un lavavajillas. El hecho podría constituir un delito de alzamiento
de bienes.
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