Hace ya tres años que el Gobierno socialista del
‘vendeburras’ de León decidió adoptar medidas restrictivas contra los
funcionarios y, sin duda, los más perjudicados de todos han sido los docentes.
Estos últimos han podido comprobar cómo sus retribuciones se rebajaban
considerablemente, entre un 5 y un 10 %. Ni los más viejos del lugar.
Por si no era suficiente, tanto el propio Estado en sus presupuestos como las comunidades autónomas tuvieron la ‘brillante’ idea de recortar en educación, hasta un montante global de cerca de cuatro mil millones de euros. Esta vez, los docentes volvían a ser los eternos perjudicados porque tales medidas incidían en el personal, en los programas educativos y en la reducción drástica de gastos de funcionamiento de los centros.
Y por si los cargos políticos no se habían saciado de recortar a los demás –cuando realmente los culpables eran ellos y es ahí donde hay que aplicar los recortes— llegan y recortan puestos de trabajo, sobrecargando a otros profesionales con el trabajo del profesor del puesto eliminado. El colmo del recorte llega cuando el actual ministro de educación plantea a los consejeros de educación de las comunidades autónomas que hay que congelar la oferta de empleo público. Ni habrá oposiciones en 2012 ni las hubo en muchas comunidades durante 2011. Más paro y más frustración para la juventud.
La situación es grave, muy grave, porque a todo ello se une que al no recibir los centros educativos los gastos de funcionamiento que les corresponden, en muchos de ellos no se puede encender la calefacción ni se pueden hacer fotocopias ni hay tizas ni papel higiénico… ¡No duden que la situación tiene que estallar no tardando! El modelo de político que tenemos hay que desterrarlo cuanto antes.
A todo eso que hemos enumerado se une el hecho de que, en este momento, el Gobierno de Mariano Rajoy se ve obligado a seguir congelando el salario de los funcionarios porque la prórroga de los presupuestos obliga a ello. El Gobierno de Rajoy arrastra una mala gestión generada por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, de la misma forma que arrastra un agujero abrumador de miles de millones de euros y un déficit que haría sonrojar al más listo. A eso añadan que la subida del IRPF va a acabar de crujir a los trabajadores públicos y a cuantos trabajadores penden de una nómina.
Curiosamente, como plasmaba un sindicato docente, de esos que son serios y se mantienen con las cuotas de sus afiliados (nada que ver con el abuso del sindicato vertical unificado de UGT y CC.OO.) estamos “ante un nuevo castigo al colectivo docente; precisamente el funcionariado más perjudicado ya por los recortes presupuestarios”. Por si alguien no lo recuerda, antes de la crisis los docentes ya habían perdido un 26 % de poder adquisitivo, en tanto que otros colectivos veían cómo aumentaban sus retribuciones salariales.
Si a lo indicado en el párrafo anterior se une que el acceso al fondo de pensiones creado para todos los demás funcionarios no procede para los docentes, pues entonces no hay duda que ese colectivo es el más perjudicado de todos. Al menos los profesores podrán optar al pluriempleo que suponen los “minijobs”, con el fin de complementar sus míseros salarios.
Ah, se me olvidaba, ahora pretenden subir las horas de trabajo semanales (también a los docentes) pero seguirán metiendo el sueldo en el congelador. Pues saben una cosa: no estaría de más que rebajaran sus horas de trabajo en proporción al futuro descuento de su nómina. La solidaridad empieza por donde más perjudicados existente: en este caso, de nuevo son los docentes. No olvidemos que desde el sector docente se puede volcar un Gobierno y solo falta una chispa más.
Jesús Salamanca Alonso
Por si no era suficiente, tanto el propio Estado en sus presupuestos como las comunidades autónomas tuvieron la ‘brillante’ idea de recortar en educación, hasta un montante global de cerca de cuatro mil millones de euros. Esta vez, los docentes volvían a ser los eternos perjudicados porque tales medidas incidían en el personal, en los programas educativos y en la reducción drástica de gastos de funcionamiento de los centros.
Y por si los cargos políticos no se habían saciado de recortar a los demás –cuando realmente los culpables eran ellos y es ahí donde hay que aplicar los recortes— llegan y recortan puestos de trabajo, sobrecargando a otros profesionales con el trabajo del profesor del puesto eliminado. El colmo del recorte llega cuando el actual ministro de educación plantea a los consejeros de educación de las comunidades autónomas que hay que congelar la oferta de empleo público. Ni habrá oposiciones en 2012 ni las hubo en muchas comunidades durante 2011. Más paro y más frustración para la juventud.
La situación es grave, muy grave, porque a todo ello se une que al no recibir los centros educativos los gastos de funcionamiento que les corresponden, en muchos de ellos no se puede encender la calefacción ni se pueden hacer fotocopias ni hay tizas ni papel higiénico… ¡No duden que la situación tiene que estallar no tardando! El modelo de político que tenemos hay que desterrarlo cuanto antes.
A todo eso que hemos enumerado se une el hecho de que, en este momento, el Gobierno de Mariano Rajoy se ve obligado a seguir congelando el salario de los funcionarios porque la prórroga de los presupuestos obliga a ello. El Gobierno de Rajoy arrastra una mala gestión generada por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, de la misma forma que arrastra un agujero abrumador de miles de millones de euros y un déficit que haría sonrojar al más listo. A eso añadan que la subida del IRPF va a acabar de crujir a los trabajadores públicos y a cuantos trabajadores penden de una nómina.
Curiosamente, como plasmaba un sindicato docente, de esos que son serios y se mantienen con las cuotas de sus afiliados (nada que ver con el abuso del sindicato vertical unificado de UGT y CC.OO.) estamos “ante un nuevo castigo al colectivo docente; precisamente el funcionariado más perjudicado ya por los recortes presupuestarios”. Por si alguien no lo recuerda, antes de la crisis los docentes ya habían perdido un 26 % de poder adquisitivo, en tanto que otros colectivos veían cómo aumentaban sus retribuciones salariales.
Si a lo indicado en el párrafo anterior se une que el acceso al fondo de pensiones creado para todos los demás funcionarios no procede para los docentes, pues entonces no hay duda que ese colectivo es el más perjudicado de todos. Al menos los profesores podrán optar al pluriempleo que suponen los “minijobs”, con el fin de complementar sus míseros salarios.
Ah, se me olvidaba, ahora pretenden subir las horas de trabajo semanales (también a los docentes) pero seguirán metiendo el sueldo en el congelador. Pues saben una cosa: no estaría de más que rebajaran sus horas de trabajo en proporción al futuro descuento de su nómina. La solidaridad empieza por donde más perjudicados existente: en este caso, de nuevo son los docentes. No olvidemos que desde el sector docente se puede volcar un Gobierno y solo falta una chispa más.
Jesús Salamanca Alonso
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