23F: Autogolpe
Juan Carlos y Alfonso Armada Enrique de Diego |
El golpe del estado del 23-F fue un autogolpe
monárquico, liderado por el mayordomo de Juan Carlos, el general Alfonso Armada,
con la decidida colaboración del capitán general más monárquico y amigo de Juan
Carlos, Jaime Milans del Bosch. Ese autogolpe monárquico monitorizado desde
Zarzuela, diseñado por el CESID o CNI, fracasó por un completo vacio de
comunicación y por la decisión de Tejero de no dejar paso franco a Armada al
hemiciclo puesto que no estaba dispuesto, no entraba en su cabeza llevar al
poder a socialistas y comunistas. Sólo después del fracaso de Armada, se emite
el ambivalente mensaje de Juan Carlos. Todas esas obviedades y evidencias están
descritas y analizadas en mi libro “La monarquía inútil”, que, de manera
positiva y significativa; se ha relanzado con fuerza en los tres últimos
meses.
La implicación de Juan Carlos era necesaria y se mueve en el terreno de lo evidente Juan Carlos se entrevista con Armada el 6 de febrero y de nuevo el 13 de febrero.
En el primer caso evita suspender el encuentro y trasladarse a Madrid donde la reina Federica, la madre de Sofía, está de cuerpo presente. El 3 de febrero, Armada es nombrado 2º jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor y trasladado a Madrid, movimiento necesario y clave para dar el golpe monárquico.
Ese golpe contaba con el visto bueno del partido socialista. No hay ninguna duda sobre esas obviedades. Me remito de nuevo, y con toda intencionalidad, a mi libro “La monarquía”.
La especie de que Juan Carlos había salvado la democracia de un golpe ultraderechista es por completo falsa, no tiene apoyatura real, y su triunfo es la consecuencia del monopolio de los medios por el sistema que, por tanto, es capaz de imponer groseras mentiras como falacias o falsas verdades, silenciando a los disidentes, estableciendo cordones sanitarios alrededor de quienes buscan y proclaman la verdad. Pero la verdad siempre se abre paso. El golpe de Estado del 23-F fue un autogolpe monárquico, fue el golpe de Zarzuela.
La implicación de Juan Carlos era necesaria y se mueve en el terreno de lo evidente Juan Carlos se entrevista con Armada el 6 de febrero y de nuevo el 13 de febrero.
En el primer caso evita suspender el encuentro y trasladarse a Madrid donde la reina Federica, la madre de Sofía, está de cuerpo presente. El 3 de febrero, Armada es nombrado 2º jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor y trasladado a Madrid, movimiento necesario y clave para dar el golpe monárquico.
Ese golpe contaba con el visto bueno del partido socialista. No hay ninguna duda sobre esas obviedades. Me remito de nuevo, y con toda intencionalidad, a mi libro “La monarquía”.
La especie de que Juan Carlos había salvado la democracia de un golpe ultraderechista es por completo falsa, no tiene apoyatura real, y su triunfo es la consecuencia del monopolio de los medios por el sistema que, por tanto, es capaz de imponer groseras mentiras como falacias o falsas verdades, silenciando a los disidentes, estableciendo cordones sanitarios alrededor de quienes buscan y proclaman la verdad. Pero la verdad siempre se abre paso. El golpe de Estado del 23-F fue un autogolpe monárquico, fue el golpe de Zarzuela.
Enrique de Diego
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