EL SUPREMO ARCHIVA LA CAUSA CONTRA EL MAGISTRADO POR ESTAR PRESCRITA
Botín subvencionó los cursos de Garzón en NY “para generar un estado de agradecimiento”
Baltasar Garzón, a su llegada al Tribunal
Supremo (Efe). Carlos Fonseca
El Tribunal Supremo archivó ayer por prescripción la causa que seguía contra
el juez Baltasar Garzón por no haberse abstenido al tramitar
una querella contra Emilio Botín, presidente del Banco
de Santander, que fechas antes había subvencionado varios cursos que el
magistrado dirigió en la Universidad de Nueva York. Garzón fue
condenado la semana pasada a 11 años de inhabilitación por un presunto delito de
prevaricación por las escuchas del caso Gürtel, y está
pendiente de conocer el fallo de la causa seguida contra él por haber
investigado los crímenes del franquismo.
El instructor de esta tercera causa, Manuel Marchena, hizo
público ayer un auto en el que explica que el delito de cohecho impropio del que
era acusado Garzón ha prescrito al haber transcurrido más de tres años de su
comisión, pero no por ello renuncia a hacer una dura crítica de su actuación.
Marchena afirma que eludió conscientemente el deber de abstenerse de tramitar
una querella contra Botín y otros directivos del banco, que archivó al
reincorporarse a su juzgado tras un año de excedencia por estudios en NY,
“en gratitud por la generosa respuesta que el BSCH había realizado a su
petición de ayuda económica”.
Garzón había solicitado a distintas empresas españolas (BSCH, BBVA,
Telefónica y Cepsa) aportaciones económicas para organizar varios
cursos en la Universidad de Nueva York durante su estancia en la ciudad
norteamericana. Todas ellas tenían en común que algunos de sus directivos habían
sido investigados por el magistrado de la Audiencia Nacional.
El juez solicitó a las mencionadas compañías y a Endesa un total de 2.595.375
dólares, de las que recibió 1.237.000 dólares. “Todas las empresas que fueron
requeridas rebajaron la cuantía reclamada. Algunas, por el carácter
injustificado de los presupuestos económicos aportados por el
querellado; otras, por la falta de seriedad en la descripción
de los proyectos de convenio”, dice el auto.
"Metodología recaudatoria"
El instructor dice que Garzón utilizó una “censurable estrategia de
persuasión” en su “metodología recaudatoria”, y que el dinero le fue entregado
“en atención al cargo del querellado”. El auto sostiene que ocultó todas estas
circunstancias al fiscal y a las partes personadas, pese a que “el deber de
agradecimiento generado por la dádiva interfería ya el ejercicio íntegro de su
función jurisdiccional”.
Tampoco Emilio Botín se salva de las críticas de Manuel Marchena, que
atribuye al presidente del Banco de Santander el propósito “de generar un estado
de agradecimiento en el receptor”. El pasado 4 de enero, el Tribunal Supremo
archivó una querella por cohecho contra el banquero por este
motivo, igualmente por prescripción del delito (3 años desde su comisión).
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ) tiene previsto reunirse esta mañana para formalizar la expulsión
de Baltasar Garzón de la carrera judicial, al haber sido condenado a 11 años de
inhabilitación por un delito de prevaricación en el caso de las escuchas de
Gürtel, informa Carlota Guindal.
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