DACIÓN EN PAGO... otra cataplasma.
Los bancos que acepten la
dación en pago se deducirán las pérdidas
Rafael del Barco
Carreras
Barcelona 23-02-2012. Otro encaje de bolillos entre la dación en
pago y la caridad. Insisto, si la Reforma Financiera intenta solucionar la
quiebra de las cajas de ahorros, producto de la
Burbuja Inmobiliaria, uniendo entidades más o menos viables con otras más
quebradas que menos, avalando en teoría y práctica el Estado a las absorbentes
el proceso de recuperación de activos, o las diferencias en la cuenta de
explotación o pérdidas, proceso que en román paladino esconderá, intentando
amortizar en decenas de años, las docenas de miles de millones de euros
estafados por político-financieros a sus instituciones, ahora se intenta que uno
de las consecuencias que incendia la Calle, los 300.000 desahucios en curso, se solucionen sin
desahuciar.
Pero los desahucios no alcanzan por si mismos incendiar la
Calle, más bien provocaban unas reacciones jurídicas adversas a la banca. Las
sentencias en primera instancia, y hasta en segunda como en Navarra, admitiendo
que en la venta se engañó a los compradores en el precio e incluso la concesión
de hipotecas, pero y además mostrándose muchos jueces partidarios de la
cancelación del crédito hipotecario con la entrega de la llaves, la DACIÓN EN PAGO, creaba en la banca un terremoto
de conceptos por la valoración de sus activos.
Si el crédito debe
garantizarse con únicamente la vivienda, y la vivienda ha bajado un 50%, es
evidente que esa diferencia puede provocar la quiebra de todo el Sistema
Financiero. Pero si el crédito se sostiene con la solvencia o posibilidad de
pago en todo su importe por los bienes presentes y futuros, incluida la
posibilidad de embargar futuras nóminas al deudor, a pesar del descalabro
inmobiliario el activo antes y aun considerado y contabilizado como “crédito con
garantía real”, puede continuar valorándose en su importe pendiente de
pago.
La DACIÓN EN PAGO, que en los países anglosajones conforma el final
de cualquier problema de un comprador en desgracia, es imposible en España. Los
bancos y sus derechos se priorizan ante los de los ciudadanos, y si en el pasado
nunca pesó demasiado el pago de la hipoteca, convertidos DIEZ MILLONES de
ciudadanos en propietarios, o mejor dicho, en deudores de la BANCA, no se puede
permitir que se vayan de rositas si por desgracia se quedan en paro y no pagan.
Se quedarán sin el piso y en la próxima nómina o cambio de suerte, pagará él o
su avalador si lo hay.
Y repito, cuando al inicio de la Gran Crisis, ya
en 2007, me insultaron por intentar explicar las consecuencias de una ejecución
hipotecaria española, cuando diría que el 95% de los españoles ¡y por supuesto
todos los nuevos propietarios! vivían convencidos (además de que su vivienda se
revalorizaba un 10% anual) por las películas americanas que entregando la
vivienda solucionaban su problema, ni yo mismo auguraba el alud de impagados,
ejecuciones y desahucios.
La caridad del Sistema intentando que el
desahuciado continúe en el piso pagando un alquiler, que en casos límite deberá
pagar el propio Sistema, es una más de las infinitas genialidades que nuestros
abogado-políticos se sacan de la manga para paliar o esconder la Gran Estafa
Piramidal, aquella que se iniciaba con la recalificación de un terreno por
políticos corruptos que ipso facto valorado por tasadoras propias justificaba en
un banco o caja un crédito a todas luces de abuso de Poder y Ley, además de pura
estafa a la entidad. Y sin insistir sobre las viviendas VPO franquistas ¡o
actuales! valoradas ilegalmente a “precio de mercado”, que si no provocaba la
fraudulenta especulación inicial del terreno, significaban un reparto entre
“profesionales”, y además creaban liquidez a la cajas y bancos al utilizarse
para garantizar créditos internacionales.
Como bien dice la Asociación de
Afectados por la Hipoteca “el Estado crea falsas expectativas”, pero me parece
que las “expectativas” de los arruinados le importan un comino a un Gobierno
preocupado ante una catástrofe que dejaría en mantillas a la griega, cuyo Estado
no padece la descomunal quiebra encubierta de la mitad de su Sistema
Financiero.
Podría solucionarse prohibiendo la filmación y retransmisión
televisiva de los desahucios… pero quedaría INTERNET… a solucionar con la Ley
Sinde-Wert.
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