Autor: Los Rábanos por las Hojas
Después de las manifestaciones
sindicales del domingo, nada que no estuviera previsto ha ocurrido ayer en
Valencia, las algaradas de jóvenes antisistema siempre jaleadas por el
PSOE, marcan el inicio del auténtico estilo de
oposición que le espera al PP, más allá del manifiesto del señor Pérez Rubalcaba por una oposición "leal y constructiva". De golpe y
porrazo una serie de actos violentos ha hecho irrupción y ocupación de las
calles y deberemos acostumbrarnos que ello ocurra a partir de. ahora ya que la
policía por fin está cumpliendo con su misión de controlar el orden público sin
que los delegados del gobierno sirvan de cobertura a los perroflautas que esta vez, han provocado
altercados y cortado las calles durante cuatro dias y han utilizado a
estudiantes de secundaria como escudos.
El uso de la violencia en la calle
por la izquierda será un factor con el que habrá que contar en los próximos
cuatro años. Nada que cualquiera no pudiese prever, desde que el PSOE e IU se
apuntaron al carro (cuando no lo alentaron) de las acampadas y asaltos de los
llamados "indignados", a partir del 15 de
mayo de 2011. La respuesta de la Policía a los disturbios de los dos últimos
días en Valencia indica un cambio de actitud con respecto a la bochornosa
pasividad que el anterior Gobierno impuso al mismo Cuerpo policial frente a las
acampadas, ocupaciones ilegales de edificios privados y agresiones perpetradas
por grupos auto incardinados en el "movimiento 15-M".
Los antisistema son incontrolables
por el PSOE, ni siquiera las organizaciones mas radicales podrán dirigirlos,
pero la Dirección de este partido, a juzgar por el cínico e incendiario apoyo de
la señora Elena Valenciano a los
violentos, parece haber llegado a la conclusión de que no tiene nada que perder
y sí mucho que ganar en el juego peligroso e irresponsable de dar cobertura
política a los gamberros y minar la actuación de las Fuerzas de
Seguridad.
Serán años difíciles para el orden
público, en los que la izquierda intentará constantemente promover un clima de
violencia en las calles. Recuérdense, por ejemplo, los ataques a peregrinos de
la Jornada Mundial de la Juventud o el intento de
asalto al Parlamento de Cataluña. Es una buena noticia para los
ciudadanos, que la Policía haya recibido, al fin, la orden de aplicar la Ley y
protegerles, garantizar su derecho a disfrutar del espacio público, su derecho
al trabajo o su derecho a la propiedad privada frente al desafío a esos y otros
derechos individuales por parte de grupos insignificantes pero muy violentos.
El PSOE que no tiene de ninguna manera el
apoyo de los ciudadanos y ahora tampoco tiene nada que perder relativizará esos
derechos, como ha hecho en otras ocasiones, cuando la violencia sirve a sus
propósitos de dominio. A partir de este momentp alentará y magnificará la
crispación en la calle, utilizando los medios que estas a su disposición en un
ejercicio desesperado e irresponsable de ruptura, que recuerda lo peor de su
centenaria tradición.
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