Juzgan en Pontevedra por prostitución al principal implicado en la "operación Carioca"

García Adán está acusado con otras seis personas de retener a una mujer colombiana en varios clubes, uno en Poio

CARLOS GARCÍA - PONTEVEDRA Muchos son los nombres que se repiten a lo largo de los últimos años en las operaciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Seguridad contra las tramas de la prostitución en Galicia. Esto es lo que sucede con varios de los acusados que se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra el próximo martes acusados de los delitos de prostitución, contra los derechos de los trabajadores y detención ilegal por los que el fiscal pide, para cada uno de los siete procesados, una pena de 10 años de prisión.

Ante los magistrados de la Sección Segunda se sentará, entre otros, el principal implicado en la Operación Carioca, la trama de burdeles desmantelada en Lugo y que ha hecho correr ríos de tinta. Se trata de José Manuel García Adán, dueño del club "Queens" que se sitúa en el centro de mira del operativo policial desarrollado en Lugo. Aquí regentaría a principios de la década pasada un club situado en la avenida de A Porteliña, en Poio, el "Oasis". Junto a él deberá responder a las preguntas del tribunal quien está considerado como uno de los reyes del negocio del alterne en Galicia, el también lucense Manuel Manteiga Rodríguez, alias "El Increíble" y quien a principios de este mes era detenido por el SVA por blanqueo de capitales procedentes de la prostitución y delitos contra la Hacienda Pública. "El Increíble" también estaba entre las personas citadas a declarar en el marco de la Operación Carioca.

Caso de hace doce años

El caso por el que serán juzgados la semana próxima en Pontevedra se remonta al mes de abril del año 2000. Según el escrito de acusación elaborado por la actual teniente fiscal de Pontevedra, Carmen Novo, en esa fecha aterrizaba en el aeropuerto de Alvedro en A Coruña una ciudadana colombiana. Llegaba a España después de contactar en su país con una mujer que "conociendo su precaria situación económica" le propuso trabajar en clubs de alterne a fin de mantener relaciones sexuales con los clientes a cambio de dinero en España. Le indicó, según la fiscal, que la condición sería viajar como turista, aleccionándola al efecto, de forma que le entregaría 1.500 dólares y un billete de avión de ida y vuelta, cuyo precio se descontaría de sus ganancias en los clubs referidos, de forma que entregaría la mitad de aquellas a las personas que le proporcionasen trabajo, siendo la otra mitad para ella hasta que quedase satisfecha la totalidad de la deuda.

"Club Oasis" de Poio

Asegura la Fiscalía que "ante su necesitada economía aceptó el trato y una vez en el aeropuerto de A Coruña fue recogida por una de las acusadas, Ana Milena G. R., quien la trasladó a una cafetería de la citada ciudad en donde las esperaba el acusado Manuel Manteiga Rodríguez ("El Increíble"). Según el Ministerio Público, "El Increíble" le explicó que su deuda "ascendía a un millón de pesetas, retirándole ambos acusados tanto el billete de vuelta como el dinero y trasladándola al "Club Oasis" en Poio. Una vez allí, de acuerdo con el acusado José Manuel García Adán, el fiscal dice que esta mujer permaneció 15 días en el establecimiento durante los que tuvo que entregar a García Adán todo el dinero que obtenía por su trabajo y siendo vigilada por él y la mujer que la había recogido en A Coruña. Según el escrito de acusación ambos la mantenían "atemorizada", tanto a ella como a otras mujeres en su misma situación, al decirle que "podía pasarle algo a su familia si no cumplía las condiciones que le imponían o abandonaba el establecimiento, por lo que apenas podía salir del mismo" salvo para ciertas compras y acompañada por García Adán.

Lugo y Ourense

Posteriormente, supuestamente fue trasladada sin su consentimiento a otros clubs, como "O Pazo" en Lugo, en donde los encargados eran los acusados Manuel U. M. (alias "El Melenas) y José I. R. Ch. (alias "Rico"); en las mismas condiciones y con la misma presión que padecía en el anterior establecimiento en Poio. Cuatro meses después la habrían llevado al club "Keops" de Ourense, del que, según el fiscal, era encargado otro acusado, Manuel Antonio F. L. (conocido como "Gato) y en el que supuestamente realizaba labores de vigilancia de las mujeres Carlos V. S., el séptimo y último procesado por este caso.