Los sindicatos españoles se movilizan No por los trabajadores, sino, por mantener su estatus amenazado, hasta la fecha nada o poco le han importado los trabajadores, todos hablan de defender los derechos sociales y cobran de todos los sitios, viven sin pegar golpe y ni se ocupan de los derechos de los trabajadores ni de las gentes más desfavorecidas, hacen todo lo contrario a lo que dicen: Salud pública y todos tienen salud privada, hablan de sanidad pública y ellos gozan de sanidad privada, hablan de que nuestros hijos hablen la lengua vernácula y sus hijos van a colegios privados en los que reciben educación en Español , Inglés , alemán y chino.
NO son capaces ni representar al mercado productivo, ni se mantienen con los ingresos que reciben, ni son representativos, se les debe quitar todo tipo de retribuciones y o subvenciones públicas y el que quiera sindicato como a la iglesia que se lo pague, no pueden seguir siendo mantenidos por todos para ver sólo por ellos. Resumiendo se movilizan para seguir chupando de la teta del estado para mantener sus prebendas y privilegios contra la clase más humilde; contra los trabajadores a los que dicen defender o mejor utilizar.
Ayer saltaba a los medios la noticia
de que José Ricardo Martínez
Castro, el líder de UGT Madrid - el mismo que montaba
hace meses el numerito pidiendo que se fuera "a su puta casa" el gobernador del
Banco de España; el mismo que se dedicaba a jalear las protestas en la enseñanza
pública contra Esperanza Aguirre, al mismo tiempo que lleva a sus hijos a un
colegio privado; el mismo que insultaba a la presidente madrileña hace unos
días, llamando a sus huestes a tomar la calle - ... saltaba a los medios la
noticia, digo, de que ese sujeto cobró en 2011 la respetable cifra de 181.000
euros como consejero de Bankia, sueldo que hay sumar a los más de 30.000 euros
que recibe de Renfe como liberado sindical y al dinero que perciba por su cargo
en el propio sindicato.
Al estallar el escándalo y ser
interrogado por los medios sobre cuánto ganaba, el interesado escurrió el bulto
y dijo no acordarse de su declaración de la renta. Muy normal, ¿verdad? ¿Qué
español se acuerda de cuánto gana? Por su parte, el sindicato UGT afirmó en una
serie de mensajes a través de Internet que todo lo que ganaba el líder sindical
madrileño en Bankia lo entregaba al sindicato, lo cual resulta bastante
sorprendente: si don José Ricardo Martínez Castro cobra ese dinero como persona
física, ¿cómo lo transfiere al sindicato? ¿En forma de donación? ¿Y quién paga
entonces los impuestos correspondientes a esos 181.000 euros?
Él, a preguntas del sagaz periodista
contestó que las 181.000 del ala las entregaba enteritas al sindicato ya que las
30.000 que le pagaba Renfe por estar en
su nómina y no trabajar allí, le bastaban para poder sobrellevar su tren de vida
cosa que yo no me la creo ya que para acabar con las suspicacias bastaría con
que el interesado exhibiera su declaración de la renta y nos enseñara a cuánto
ascienden sus ingresos totales, cosa que no ha hecho. Y que dudo que
haga.
Evidentemente, para acabar con las
suspicacias bastaría con que el interesado exhibiera su declaración de la renta
y nos enseñara a cuánto ascienden sus ingresos totales, cosa que no ha hecho. Y
que dudo que haga.
Ricardo Martínez, paradigma de un sindicalismo financiado abundantemente con dinero de todos, es tal vez el caso más notorio, tanto por los exorbitados emolumentos que percibe por "aconsejar" a una de las entidades españolas de ahorro más importantes como por la vehemencia con que se conduce en público para atacar a sus rivales políticos, que en el caso de Esperanza Aguirre alcanza cotas de lamentable paroxismo.
Pero no es en eso en lo que me quiero
fijar, sino en la sorprendente doble vida que nuestro desinteresado sindicalista
lleva. Este proto-revolucionario, este aprendiz de Ché Guevara, este Lenin de la
estepa castellana... resulta que ocupa un puesto en el consejo de administración
de una caja de ahorros.
¿Nos podría don José Ricardo explicar
cómo hace para organizarse el tiempo?
Déjenme que me imagine un día
cualquiera de trabajo de don José Ricardo. De nueve a diez de la mañana se
sienta en el consejo de administración de Bankia con don Rodrigo Rato y,
mientras da chupadas a un grueso puro, estudia cómo hacer más rápidos los
desahucios hipotecarios. Luego, al llegar las diez, baja corriendo a la puerta
del banco, mientras se quita la corbata y la chistera, para manifestarse hasta
las once contra los inmisericordes banqueros que ponen a la gente en la calle
por no pagar la hipoteca.
A las once, sube de nuevo corriendo
hasta la sala del consejo mientras se anuda otra vez la corbata y se pone el
chaleco a rayas, para discutir con el resto de consejeros sobre qué créditos
otorgar a no sé qué gran constructor que es amigo de no sé qué otro político. A
las doce, mientras suenan las campanadas, don José Ricardo baja corriendo de
nuevo a la calle para preparar unas pancartas de protesta contra el modo en que
nos esquilman los banqueros, los políticos y los constructores. A la una, con
las manos aún manchadas de pintura, nuestro amable sindicalista vuelve a correr
hasta la sala del consejo para discutir la nueva política de dietas para los
consejeros. A las dos, baja atropelladamente las escaleras otra vez para gritar,
junto con unos compañeros del 15-M, eso tan simpático de "No hay pan para tanto
chorizo".
¡No me extraña que le paguen tanto al
pobre don José Ricardo! Tiene que ser agotador llevar esa doble vida, ¿verdad?
Seguro que se lo gasta todo en psiquiatras, de tanto que su yo descamisado
insulta y desprecia a su yo plutócrata.
Lo peor, me supongo, es cuando su yo
consejero de caja de ahorros decide llamar a las fuerzas de orden público para
disolver con contundencia a su yo antisistema. ¡Qué duras luchas no sostendrá en
su fuero interno este sindicalista, en esos momentos tensos de los que ninguna
lucha revolucionaria carece!
Don José Ricardo, español de pura
cepa, conseguirá, si se empeña, elevar hasta cotas verdaderamente artísticas el
guerra-civilismo que nos caracteriza a los habitantes de este país: si la
conflictividad social continúa aumentando, el líder de UGT Madrid terminará
declarando una guerra civil unipersonal y matándose a palos a sí
mismo.
Con ello perderíamos a un héroe de la
auto-revolución. Aunque nos ahorraríamos una pasta, todo hay que
decirlo.
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Soraya Sáenz de
Santamaría ha
intentado sorprendernos con su decreto limitando el sueldo de los directivos de
empresas públicas y reducir el número de consejeros. Así, según ha anunciado la
vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, los directivos de las
grandes empresas públicas cobrarán, como máximo, un sueldo básico de 105.000
euros al año; de 80.000 euros en caso de las de tamaño medio; y de 55.000 en el
caso de las pequeñas. Dice que de este modo, la reducción media de estos sueldos
públicos oscilará entre el 25% y el 30%,
Vamos a ver… ¿A quien quieren
engañar?
Me parece bien y justo pero el
Gobierno debería tener un plan mas concreto de reducción de gasto del Estado,
incluyendo ayuntamientos y CC.AA. La reducción que necesitamos es demasiado
grande como para que pueda funcionar recortando de aquí y de allá
desordenadamente. Hay que cortar varias ramas enteras y podar el resto hasta que
queden desnudas. Este comentario me parece totalmente adecuado. Es
ejemplarizante ver estas reducciones o congelaciones de sueldos, como un aporte
al esfuerzo común pero son las grandes partidas las que deben atacarse y darán
sus frutos. Igualmente no debe quedarse en algo puntual y temporal, sino en
firme y a largo plazo. Habria que mandar a su p... casa a todo aquel
sindicalista y político que este agazapado en empresas publicas o cajas que han
tenido que ser reflotadas con dinero público. Sus emolumentos simplemente por no
hacer nada, son vergonzantes.
Sí, muy bien, pero ¿cuántas empresas
públicas, de las más de 4.000 que hay SE CIERRAN o SE VENDEN?¿Cuántos de los
8.000 ayuntamientos desaparecen? ¿Y de los 80.000 cargos públicos? Ya
está bien de pellizquitos de monja!!
El problema es mucho mayor y mucho
más complejo que lo que nos ha presentado… Primero hay que ver que es la labor o
que hacen cada una de las mas de 4.000 empresas publicas de pendientes de todo
tipo de administraciones. Ahí vamos a encontrarnos probablemente que mas de la
mitad de estas empresas no cumplen ninguna necesidad y que solamente han sido
creadas para alojar las deudas que sus respectivas administraciones ya no podían
soportar y quieren jubilar en su seno a políticos y sindicalistas expulsados de
los distintos organismos cuando cumplida su misión estos señores deberían
reingresar en la empresa privada o irse a su casa. ESTAS EMPRESAS HABRIA
QUE CERRARLAS TODAS URGENTEMENTE.
Luego están aquellas empresas
públicas que si son necesarias y cubren una función pero que dan pérdidas o
podrían funcionar desde la iniciativa privada. ESTAS EMPRESAS HABRIA QUE
VENDERLAS O EN EL CASO DE NO PODER REALIZARSE LA VENTA, SI APLICAR LOS BAREMOS
INDICADOS POR LA SRA. SAEZ DE SANTAMARIA SIEMPRE QUE SUS DIRIGENTES SEAN
PROFESIONALES DEL RAMO.
A las que quedan y si son necesarias
y rentables, dejar que funcionen de manera autónoma y sean ellos mismos desde
los mercados y que sean sus consejos de administración quienes fijen las
retribuciones de sus directivos que por descontado SOLO PUEDEN SER
PROFESIONALES QUIENES ESTEN AL FRENTE DE LAS MISMAS.
Todo esto es de tal magnitud que
solamente haciendo un buen trabajo para la regeneración en todas y cada una de
las administraciones y empresas públicas asociadas ya que si se hace un buen
trabajo en este sentido, probablemente no hará falta tomar mas medidas en otras
materias para conseguir equilibrar el enorme disparate de déficit público de
este país
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