PP Y PSOE COINCIDEN AHORA EN LOS ATAQUES A UPYD
Rosa Díez se queda sola con la ‘bandera’ del discurso más duro contra ETA
La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante su
intervención en el pleno del Congreso (Efe). Daniel Forcada
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El día en el que Alfredo Pérez Rubalcaba convenció a Federico
Trillo y, por ende, a Mariano Rajoy, de que el final de ETA iba en
serio se cayó todo un discurso en el entonces principal partido de la oposición,
que, ya en el Gobierno, ha vuelto a la sintonía plena con el PSOE en la lucha
final contra la banda terrorista. Un
consenso de “extraordinario valor”, según el PP, y en el que ambos partidos
han logrado sumar a todos los grupos del arco parlamentario salvo a Amaiur y a
UPyD, que sufrió ayer un duro varapalo por parte de todo el Congreso de los
Diputados en su intento por pedir la ilegalización inmediata de Bildu y
Amaiur.
Rosa Díez y sus cuatro diputados se quedaron solos en la defensa de su moción
al no sumarse al texto alternativo que los partidos mayoritarios habían firmado,
por la mañana, con el resto de los grupos. La líder de UPyD quiso escenificar
lo que el PP defendía hace no más de un año y tuvo que aguantar, a cambio,
un chaparrón de críticas de casi todas las fuerzas parlamentarias, que
volvieron a calificar su actitud, otra vez, de “demagógica” y populista.
Aislada, Díez quiso que el texto alternativo fuera votado como un añadido a su
moción y no como una enmienda de sustitución. Algo que ninguna de las demás
fuerzas quiso asumir y que llevaron a que, al final, 326 diputados votaran en
contra de su propuesta.
En un tono algo apesadumbrado, Díez comenzó su discurso a la defensiva y
advirtiendo de que no está en el Congreso para “hacer amigos”. “Pierdan
toda esperanza de que sus descalificaciones o insultos vayan a hacernos ningún
tipo de mella”, señaló. “Aquellos a quienes no quieren aplicar su ley ya nos han
dicho de todo a lo largo de nuestra vida”.
Pero si quería ponerse una especie de paraguas ante lo que se le venía
encima, de nada valió su defensa porque prácticamente todos los portavoces,
incluido el PP, atacaron duramente sus planteamientos. Y todo, a pesar de
que el popular Alfonso Alonso había señalado por la mañana que no
quería discutir con Díez y que esperaba que ésta se pudiera sumar también al
consenso de la mayoría.
Un discurso lleno de “insidias”
El popular Leopoldo Barreda acusó a Díez de “cobardía” por
llenar su discurso de “insidias e insultos” contra el Gobierno, en clara
referencia a la idéntica acusación que Díez formuló la semana pasada contra el
propio ministro del Interior por no ilegalizar ya a Bildu y Amaiur. Barreda
añadió también que los 25 indicios de conexión con ETA presentados por UPyD para
justificar su propuesta son bastante “endebles” y carecen de “solidez, calidad y
contundencia”. “Es muy fácil salir a esta tribuna a sobreactuar y hacer
demagogia”, añadió. “Lo que usted hace es contraponer el oportunismo al
Estado de Derecho”.
El socialista vasco Ramón Jáuregui recogió después el guante y
continuó con los ataques a la portavoz de UPyD, a quien acusó de querer sacar
adelante una moción “anacrónica, inconsistente y demagógica” que carece
de base jurídica y que no está respaldada por ningún informe favorable de la
Abogacía del Estado. “No hay indicios, no hay razones”, añadió y, de salir
adelante, dijo, “provocaría, literalmente, una derrota del Estado” por la
posibilidad de que los tribunales la echasen atrás.
El diputado de CIU, Jordi Jané, señaló, por su parte, que la moción de
UPyD no buscaba la unidad de los demócratas ni tenía la necesaria prudencia que
exige el momento político que se está atravesando en relación a ETA. Mientras
que para el nacionalista vasco Aitor Esteban, lo que UPyD pretende no es
otra cosa que situarse en el centro de las portadas de los periódicos, al tiempo
que “han conseguido estupendas portadas para Bildu y Amaiur”. “Ustedes se
alimentan mutuamente en los medios de comunicación”, concluyó.
Los diputados de Amaiur, por su parte, siguieron desde sus escaños el debate
y, en último lugar, intervinieron para echar por tierra tanto la propuesta de
UPyD como el texto alternativo pactado por el resto de la Cámara y que, en su
opinión, no es “una hoja de ruta para la paz”. Mikel Errekondo acusó a
Díez de querer hacer la competencia al PP levantando “la bandera del unionismo”.
Un descalificativo que enervó especialmente a la propia Díez, que quiso dejar
claro que esas mismas palabras utilizaban los asesinos de ETA para justificar el
asesinato de sus víctimas. Entre ellas, la del concejal del PSE Joseba
Pagazaurtundua.
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