EL PSOE APLAZA EL DEBATE FINAL SOBRE SU LIDERAZGO HASTA LA CELEBRACIÓN DE PRIMARIAS
Un puñado de delegados ‘traiciona’ a Chacón y da la victoria a Rubalcaba
Carme Chacón, regresa al plenario tras conocer
el resultado de las votaciones. (EFE)Alberto Mendoza
/ Antonio Castro -
Un puñado de delegados que cambió de bando pocas horas antes de la votación
fue clave para la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre Carme
Chacón en la batalla por la secretaría general del PSOE. La aspirante
catalana vio cómo varios de los votos que tenía atados en Andalucía,
Extremadura, Madrid y la provincia de Cuenca le daban la espalda y certificaban
su derrota por veintidós papeletas de diferencia. Un resultado que deja casi
tantos vencedores como perdedores, y que amenaza con mantener abierto el debate
sobre el liderazgo del partido en los próximos años.
La exigua diferencia que ha separado a ambos candidatos y las
traiciones de última hora explican por qué al inicio del cónclave tanto
Rubalcaba como Chacón creían tener bien amarrado el triunfo. Finalmente, el
equipo del ex vicepresidente ha demostrado una mayor pericia a la hora de atraer
los últimos votos clave, en principios alineados con la catalana. Así ha
sucedido en Andalucía, donde la presión de José Antonio Griñán y su
número dos, Susana Díaz, sobre los secretarios provinciales
ha resultado contraproducente para los intereses de Chacón.
La ansiedad por recabar apoyos infló artificialmente el número de delegados
que realmente estaba dispuesto a votar por la ex ministra en provincias como
Sevilla, Córdoba, Málaga o Almería, donde la realidad de los militantes
contrastaba con las expresiones de los dirigentes a favor de Chacón. Griñán
consiguió los números que necesitaba para augurar la victoria de su candidata,
pero no logró que se tradujeran en papeletas durante el cónclave socialista. El
peso de Felipe González, Alfonso Guerra y Manuel Chaves
acabó por hacerse notar en esta región, donde el estilo de la vieja
guardia que representa Rubalcaba seduce más que el zapaterismo de
Chacón.
Pero las previsiones en otras comunidades también se han comprobado
engañosas. El ex vicepresidente rescató votos en Extremadura, donde Guillermo
Fernández Vara tuvo que lidiar con una lista de críticos que, a priori,
fueron identificados con la candidatura de la catalana. Asimismo,
Rubalcaba taponó una fuga en la provincia de Cuenca, y fue
capaz de mejorar ligeramente sus expectativas en Madrid a costa de Tomás
Gómez. El barón madrileño esperó hasta la madrugada del sábado para
confirmar su conocido respaldo a Chacón, un movimiento esperado que no aportó
nuevos votos, pero que complica todavía más la relación entre la dirección del
PSM y Ferraz.
Por otra parte, la candidatura del flamante secretario general se adjudicó
los nueve votos de la tercera lista en liza de la Comunidad Valenciana,
encabezada por Francesc Romeu. Dado que un cambio de tendencia de doce
votos hubiera dado la victoria a Chacón, no resulta desdeñable la decisión de
Romeu, quien también ejercerá de adversario de Jorge Alarte en la próxima
pugna por el liderazgo de los socialistas valencianos. Pero este enfrentamiento
no ha impedido que ambos compartan su predilección por Rubalcaba, lo que
ha despertado suspicacias entre algunos afines a la ex ministra de
Defensa. A su juicio, el voto de Romeu tiene mucho que ver con su
condición de directivo en Renfe, cargo al que accedió tras formar parte del
equipo del ex ministro de Fomento José Blanco.
A cambio, Chacón logró captar alguna papeleta imprevista en Aragón y Galicia,
aunque, finalmente, su esperanza en el voto oculto y en los llamados indecisos
no pudo salvarle. La mayoría de federaciones se ciñó al guión: Rubalcaba se
quedó con Baleares, Castilla y León, Asturias y País Vasco, mientras la ex
ministra retuvo Cataluña, así como las listas mayoritarias de Madrid
y Valencia. Tampoco su discurso sirvió para persuadir a nuevos delegados,
ya que, aunque recibió el aplausos de los ya convencidos, su tono encendido, más
propio de un mitin electoral, no caló en el resto de votantes. El espíritu de la
vieja guardia del PSOE, de lo previsible y de la experiencia se impuso a llamada del cambio, la juventud y la
herencia de los valores del zapaterismo.
Chacón renuncia a la Ejecutiva y solo logra 'colocar' a
Griñán
La madrugada de este domingo ha centrado la segunda gran batalla en el PSOE:
la confección de la Ejecutiva Federal. Rubalcaba y Chacón mantuvieron ayer una
entrevista privada donde la catalana renunció a formar parte de la nueva cúpula,
pero reclamó espacio para los suyos para escenificar las manidas llamadas a la
unidad y la integración. La negociación para elegir se presumía dura, ya que la
candidata derrotada exigió una representación que reflejara el
porcentaje de votos había obtenido en el cónclave. Sin embargo, el
nuevo secretario general fue poco permeable a estas reivindicaciones.
La alineación final de la nueva Ejecutiva apenas incluye figuras del equipo de
Chacón. Las secretarías con peso político han sido copadas por fieles a
Rubalaba como Elena Valenciano, Óscar López o
Patxi López, mientras que solo la designación de Griñán como
presidente del partido, un cargo simbólico donde releva a Manuel Chaves,
mitiga el desembarco del rubalcabismo. Otros, como el catalán
José Zaragoza o la madrileña Maru Menéndez
deberán conformarse con ejercer de vocales.
Por ello, el gran reto de los socialistas es recuperar la cohesión interna
después de una competición que deja muchas heridas internas, y ante la
inminencia de un periodo de convulsos congresos autonómicos. Griñán y
Gómez salen muy debilitados de la cita, mientras que otros como Alarte, pese a
haber apoyado a Rubalcaba, también se enfrentarán a una dura pugna interna.
Pero no son los únicos derrotados. Figuras como los ex ministros Leire
Pajín, Cristina Narbona, Juan Fernando López Aguilar y
Francisco Caamaño; el alcalde soriano Carlos Martínez, el líder
navarro Roberto Jiménez o diversos cuadros del PSC deben encontrar su
lugar bajo el mandato del nuevo secretario general. Además, la aprobación del
sistema de primarias abiertas para la elección de los candidatos abre la puerta
a una nueva batalla por el liderazgo en esta legislatura, aunque Rubalcaba no se
vea, ni mucho menos, como un líder interino. Ayer recibió una llamada de
felicitación de Mariano Rajoy, pero el miércoles reeditarán su
duelo parlamentario.
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