Tela. De entrada ya impresiona el título. Y no por
nada sino por todo. Hoy, bueno, mejor dicho; ahora estoy sumergido entre un
fondo musical de kanal25 (osea yo) y mis pensamientos diversos
e inconcretos. En este preciso instante, rodeado por la penumbra de una cam que
desprende luz por el simple hecho de tenerla conectada al ordenador y que compré
en un chino divertido y no tan barato; bajo la penumbra de la pequeña pantalla
del ordenador que emite a través de internet lo que estoy escuchando y, una
bombilla de 25W a unos 4 metros de donde me encuentro escondida en una
lámpara del IKEA que creo no llegó a los 3 euros de
precio pero que es chula de narices. Todo ello ilumina de forma cálida una
esquina que observo a ratos y a veces largos ratos. Sobretodo cuando tengo que
meditar cuestiones del día a día.
La música podría estar un pelín más baja pero no me da la gana ahora mismo.
Para que vamos a andarnos con rodeos… Desde mi posición observo a
Teresa al fondo sobre su butaca “directiva
cualificada IKEA 2010″ dándole al ordenador, y algo más
abajo a dos o tres que conversan entre ellos pero que no sabría decir quién y
que algo comparten con Laura. A ratos
creó oir a Teresa tarareando alguna de las canciones
que nos permitimos el placer de apreciar a estas horas ya de la tarde/noche
donde últimamos detalles para terminar una jornada que nos a permitido
mantenernos un día más en pié. Una jornada, que terminará en unas horas después
de una suave cena, un suspiro bajo la noche (y si hay luna mucho mejor) y acabar
enrrollado entre las sabanas de mi cama intentando dormirme pensando como pudo
ser posible el hundimiento del Titanic del que se cumplirán
100 años este 10 de abril.. por ejemplo.
A todo eso la realidad de la calle: La primera y más grave el
Paro, excesivo paro. Desigualdades
sociales cada vez más pronunciadas en los rincones menos esperados
de cualquier ciudad y pueblo. Tonterías cada vez más
claras allí donde te paras a observar; en el bloque de vecinos entre vecinos y
nunca mejor dicho; en la oficina con la envidia
y rencillas del día a día entre este y el otro. En los
diarios,
televisiones, radios y ya no
sólo por los programas o con la selección de noticias destacadas del día sino
también como las someten al color del cristal con que se mira cada una
de ellas. El listo del día, la factura del día, lo
inesperado… todo ello bajo sentencias
judiciales que te dejan sin habla; comentarios públicos de
políticos elegidos democráticamente que te dejan sin
orientación clara sobre quienes son esos que saben tanto solucionar mis
problemas y vivir tan bien solucionándomelos. En fín, yo soy yo y mis
circunstancias, pero frente a mi hay todo un mundo que creo desconocer mucho
mejor a medida que me hago más viejo.
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