Despilfarro aeroportuario
Autor: El Rábano por las hojas
Son 1.300 millones de euros la
friolera que las administraciones públicas -de todo color político y de todo
pelaje regional- se han gastado en los últimos cinco años en la construcción de
nuevos aeródromos o la remodelación de otros obsoletos. A la vista de los
datos difundidos este 15 de marzo de 2012 por AENA, no parece que la inversión
esté justificada. Nueve de estas últimas terminales –Huesca, Albacete, Reus, Córdoba, Burgos,
Badajoz, Salamanca, Logroño y León– apenas fueron utilizadas por una media de
922 pasajeros durante el mes de febrero.
En los últimos dos meses el aeropuerto de
Huesca ha recibido once pasajeros, más o menos lo que cabe en una furgoneta
con asientos. El aeropuerto de Huesca, inaugurado hace solo cuatro años, le
costó 45 millones de euros al Ministerio de Fomento. Alquilar una furgoneta con
esa capacidad apenas vale 100 euros al día. Con ese tráfico de pasajeros y un
poquito de organización, por unos 600 euros año tendríamos conectado el
aeródromo oscense con los más o menos cercanos de Lérida (a 80 kilómetros),
Zaragoza (a 73 kilómetros) e incluso Barcelona (a tres horas por carretera).
Recurramos al absurdo, porque
no hay otra manera de tratar este asunto: tardaríamos 75.000 años en gastarnos
la cordillera de dinero que hemos tirado a la basura levantando ese aeropuerto.
Y lo hemos hecho en cumplimiento de la
estúpida máxima que dicta que, en un Estado del Bienestar como Dios manda, toda
localidad tiene que tener su aeropuerto, su universidad, sus tres hospitales, su
museo de arte contemporáneo, su estadio con apariencia olímpica, su ciudad de
las artes, su ciudad de las ciencias, su ciudad de la cultura, su par de
tranvías urbanos para recorrer un kilómetro, su gorda de Botero, su torre
diseñada por los cotizados Foster o Herzog & De Meuron y su parque
tecnológico de I+D+i. Que no nos falte de ná…
La España autonómica ha
llevado al país al borde de la quiebra. Y así hemos llegado a este punto, a esta
quiebra total que ahora obliga a apagar los farolillos, desandar el camino,
envolver toda la cristalería y la cubertería de lujo y meterlas en el trastero
porque no tenemos ni para comprar el cristasol y el bicarbonato con que
lustrarlas.
La España autonómica no sólo ha arruinado a
cada Comunidad sino que ha terminado por llevar al país entero al borde de la
miseria. Y en solo unos años. Nos vendieron que se trataba de acercar la
administración al ciudadano, pero han terminado por echársela encima hasta
sepultarle en un montón de facturas que no hay manera de costear. En pagar la
“España de los faraones” tardaremos aproximadamente lo mismo que en gastar 42
millones de euros en llevar por el aire a 66 personas cada año al aeropuerto de
Huesca. O al de Ciudad Real, O al de Castellón…Es el paradigma del derroche
español. Y da vergüenza, porque se ha perpetrado sin criterio alguno, con
veleidades faraónicas y estilo de hortera 'nuevo rico'.
|