“El bramar del pueblo”
Si
en las calles... “los pueblos braman”... y ya incluso luchan jugándose el
pellejo contra el tirano que los oprime; tristemente no consiguen ni van a
conseguir nada... a lo sumo “la migajas de siempre”; desaparecerán algunos
explotadores y darán paso a otros similares; puesto que a la política raramente
llegan “los hombres justos”; y los que llegan son los arrojados, los sin
escrúpulos, los sin oficio ni beneficio, los fracasados en los mil oficios que
de verdad hacen próspera una sociedad y en fin... los parásitos, que nunca
produjeron otra cosa que... “quebraderos de cabezas a otros, cuando no cosas
peores”. ¿Qué hay excepciones? Indudablemente, pero viendo los resultados, la
razón y generalmente... indica lo contrario.
Para
ver ello, simplemente observe lo que le rodea y procure saber de los que más
gritan las grandes y vacías palabras de “las revoluciones”; paz, trabajo,
justicia, fraternidad, legalidad, equidad en el reparto de la riqueza y cosillas
así; son mentiras para necios a los que necesitan para llegar al poder; obtenido
este se olvidan de todo y pasan a darse la vida padre y a seguir mintiendo, para
“eternizarse en el poder”.
En las
ventanas de Internet y amparados (posiblemente) en “la valentía que da el
anonimato”; gritan o braman de todas las formas y maneras que sabe hacerlo...
“la ignorante bestia humana”; que no habiendo reconocido aún su indefensión e
impotencia, grita desaforadamente e incluso (acabo de leerlo) piden el que
desaparezcan los políticos... “pobrecitos seres, no saben o quieren saber,
que es necesaria una administración pública y gobierne quién gobierne”...
todos los rebaños necesitan pastores; y los humanos, no somos otra cosa... al
día de la fecha y desde que se escribe o recuerda la historia... “cada rebaño ha
necesitado un pastor y al crecer el mismo, otros pastores auxiliares”; cosa
lógica por demás... puesto que de la capacidad de esos pastores vendrá la
prosperidad o la ruina del rebaño; que reitero... siempre se encuentra indefenso
ante el gobierno y “gobierne quién gobierne”, puesto que el gobierno tiene la
fuerza y depende del uso que de ésta haga y para entender esto, no hay más que
mirar el entorno más o menos cercano o lejano que podamos
analizar.
Las democracias, al final han resultado
perniciosas y por una causa que para mí es sencilla; intervienen en ella muchas
fuerzas contrapuestas y estas necesitan muchos auxiliares... miles,
decenas de miles, centenas de miles de auxiliares; los que llegados al poder,
todos ellos pedirán su parte (“de la tarta pública y del dinero del
contribuyente”) y es claro que de ello viene la ruina que se
padece.
Y viene
por cuanto los aparatos oficiales crecen y engordan de tan brutal forma o
manera, que llegan a colapsar las economías de cualquier organización estatal,
provincia, o municipal... y esa es la gran ruina que por ejemplo ha acabado con
Grecia y puede acabar con España y otros muchos países; puesto que la
gangrena oficial está ya tan extendida, que no veo yo... “el equipo de cirujanos
con la fuerza e inteligencia como para operar y salvar a tan enorme cuerpo y tan
engangrenado”.
¿Soluciones? Pienso que podría haberlas, pero para ello habría que
desmontar unos aparatos políticos que no se van a dejar... puesto que en
realidad todos opinan como aquel perverso y endiosado... “rey sol”... “después
de mí el diluvio”; dijo.
Las
soluciones y contando ya con tanto ordenador y tanta tecnología como cuenta
cualquier empresa (y un ente a gobernar no es otra cosa que una empresa más) la
reducción de empleados públicos tendría que ser brutal y por
ejemplo.
Diseñar y crear un cuerpo nacional, con
ramificaciones a la provincia (autonomías eliminadas) y el municipio; el que
bien estructurado fuese más que suficiente como para gobernar cuasi por sí
mismo, pero debidamente controlado por leyes ejemplares y castigos igualmente
ejemplares.
Para
que nadie se eternice en esos puestos (de carrera) oposiciones y plaza para un
máximo de diez años; después fuera y a optar de nuevo compitiendo en oposiciones
y así hasta la jubilación; el puesto de trabajo hay que ganarlo
periódicamente y opino que en todos los campos, no sólo el
oficial.
Elecciones para cargos: Sólo un parlamento eliminando el segundo o senado
(que en España no sirve para nada) Elegir al jefe de gobierno (y el subjefe, por
si este se muere) y que éste luego designe sus ministros en número determinado
para que no engorde el aparato; de ministro hacia abajo, todos de carrera como
empleados públicos. Igualmente el Jefe de Gobierno designaría al gobernador de
cada provincia; pero igualmente sólo al gobernador, el resto de carrera como
queda dicho. En el municipio, igualmente elegir al alcalde y segundo alcalde;
concejales ni uno, todo el resto del personal, de carrera y adecuando a cada
cual en las funciones necesarias.
Así se eliminaban los ejércitos de
parásitos antes mencionados.
Más
aún; simplemente copiar los sistemas de las multinacionales, que saben acoplar a
su personal con la máxima eficacia y gastando lo mínimamente necesario y es por
lo que se han ido apoderando de los grandes recursos que manejan; quizá sean
ellas... “el mejor maestro para una organización política y eficaz”. (trabajé en
dos y “algo aprendí sobre ello”).
Las
ideologías (“si es que alguna vez existieron”) hay que olvidarlas y lo que hay es que procurar nos administren hombres o
mujeres dignos del cargo que sea y por descontado, vigilados por leyes que les
sepan ajustar cuentas, si se desvían de su cometido o se corrompen.
“El pueblo nunca llama a sus políticos, son ellos los que se presentan y por
ello han de cargar con el cargo... que no olvidemos viene de carga y no es como
lo entienden la mayoría, que quieren que sea una patente de corso y no responder
ante nadie y además vivir del cargo el resto de su vida”. Eso sencillamente es inmoral, cuando no amoral totalmente,
como ya podemos constatar en determinados e indeseables individuos... “de ambos
sexos”.
Antonio García
Fuentes
(Escritor y
filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más)
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