El gran negocio de la medicina

                        Desde pequeño aprendí aquel dicho campesino que aseveraba... “del médico y del mulo, mientras más lejos más seguro”; ya formado y bastante “crecido”; he tenido relaciones amistosas con una docena de médicos y con los que he mantenido charlas... he observado en ellas, que... “ellos no van al médico”; tampoco son muy amantes de tomar medicinas y uno de ellos ya hace muchos años que me llegó a confesar... “la medicina moderna mata los microbios malos... pero también los buenos”, o sea que se producen nuevas enfermedades que denominó... “yatrógenas”. Desde entonces entendí perfectamente... “ese miedo o reparo del médico a medicinarse”.

                        Referiré un relato de pueblo muy atrasado... resulta que a aquel pueblecito, fue a residir un médico, el que un día fue llamado a atender a un niño de uno de los pudientes de aquel pueblo. Al niño le dolía la barriga; el médico lo reconoció concienzudamente, le recetó una medicina, cobró su visita y dijo que volvería a los dos días. La madre del niño mandó a la “botica” (hoy farmacia) a por “los papelillos o sellos” que el boticario preparó, se los dio a la criatura tal y como el médico dijo... y el niño más o menos seguía igual. Vuelve el médico, vuelve a reconocerlo y recetar otra medicina (reparemos que lo que escriben los médicos sólo lo entienden ellos y el boticario) y lógicamente a cobrar su visita... a los seis u ocho días, el niño seguía más o menos lo mismo... la madre dice al médico... “y si lo purgamos... mi abuela me enseñó y tengo unas yerbas”... ¡No por Dios! Dice el médico, el niño podría empeorar y quizá algo peor... madre asustada, recibe otra receta y paga la visita... y así un día y muchos días... “el negocio médico boticario sigue próspero”... y el médico no autoriza la purga con aquellas yerbas... pero un día, al llegar a la casa... el médico, ve al chiquillo jugando con otros niños en la calle y junto a su casa... y con cara “imaginable”... se acerca al niño, lo detiene y agarrándole le grita... ¡¡¡Qué... ya te han purgado!!!

                        Es un cuento... ¿pero cuánto de verdad hay en el mismo y en que proporciones o magnitudes, no somos juguetes de ese aparato, “cuasi sacerdotal” en que nos dominan médicos, medicinas y sobre todo esas grandes corporaciones que explotan la medicina? Tengamos en cuenta que la medicina en general, es uno de los grandiosos negocios del mundo, equiparable a la venta de armas, a las drogas y no sé si alguno más ya entra en estas magnitudes.

                        Surge la pregunta humana por demás... ¿Pero el médico ha de vivir y el que hace las medicinas también...? “Claro que una cosa es vivir y vivir bien y otra muy diferente el atesorar y a costa de lo que sea”; y este es el quid de la cuestión y ante lo cual, “el rebaño humano”, estamos totalmente indefensos.

                        Y estamos indefensos, por cuanto todos tememos al dolor y a la muerte... muchos ya más a lo primero que a lo segundo; quizá por cuanto ya somos viejos y vamos entendiendo que en realidad, la muerte... puede ser una verdadera liberación de los padecimientos humanos; se que en este segundo caso somos excepciones; puesto que hablo con muchos mucho más viejos que yo y si por ellos fuera... “se eternizarían aquí”.

                        Todo esto lo saben “los comerciantes sin escrúpulos” que explotan la medicina en todos sus campos; no hablo y está claro, de los verdaderos “sacerdotes vocacionales de la medicina”; y al decir esto me acuerdo de la inolvidable película: “Sinué el egipcio”, la que vi siendo muy joven y en la que incluso lloré... después leí el libro de Mika Waltari, el que he releído muchas veces en ese más de medio siglo, que hace pude ver aquella gran película.

                        He escrito todo cuanto antecede, por cuanto un amigo, me envía una dirección de un vídeo, donde aparece una mujer (supongo que médico) norteamericana, que habiendo trabajado varios lustros en una multinacional o “monstruo” de la medicina “dirigida” (yo creo que incluso se están inventado muchas nuevas enfermedades) se marcha de ella, hace un discurso (siete minutos) y dice cosas que considero debemos saber... después, que cada cual haga lo que crea oportuno... reitero, estamos indefensos: la dirección es la siguientes: http://www.youtube.com/watch?v=wIWuEAFlg1Y véanlo y óiganlo, antes de que... “los intereses medicinales logren el que sea quitado de la circulación”.

Antonio García Fuentes(Escritor y filósofo)www.jaen-ciudad.es (aquí más)