La felicidad no es el consumo ni el desarrollismo
Aún cuando fue un intelectual
español y Premio Nóbel de literatura (Jacinto Benavente) del que cuentan dijo lo
siguiente... “El dinero no da la felicidad, pero la facilita mucho”; pero
supongo que aquel intelectual, hombre sencillo; debió matizar después de aquella
síntesis de la importancia del dinero; puesto que como yo he escrito ya muchas
veces... “el dinero no es un fin sino un medio... y que pasado ese punto, en vez
de que nos sirva el dinero a nosotros, pasamos a ser sus servidores o esclavos
del dinero, como son la mayoría de ricos y a los que yo catalogué igualmente
de... pobres ricos”; puesto que sólo piensan en añadir ceros a la derecha de su
cuenta dineraria y ello en sí mismo debe ser, “un sin vivir”, pues son las
ansias del avariento crónico.
Resulta que hay
una organización que se preocupa en medir “la felicidad del ser humano”, bajo
otros baremos y como indica cuanto sigue: “El Índice del Planeta Feliz
(inglés: Happy Planet Index) es un índice alternativo de desarrollo
publicado por New Economics Foundation (nef). El índice está basado en la
expectativa de vida, percepción subjetiva de felicidad y huella ecológica. La segunda compilación global del Índice del
Planeta Feliz (IPF) en 2009 está basado en datos corroborados de 143 países que
representan el 99% de la población mundial. Diez de las primeras once naciones
del índice están en Iberoamérica. En los once primeros lugares figuran:
Costa Rica,
República Dominicana, Jamaica, Guatemala,
Vietnam , Colombia, Cuba, El Salvador,
Brasil, Honduras y
Nicaragua.[] La nación occidental con
mayor puntaje son los Países Bajos. Los
Estados Unidos tienen una calificación especialmente pobre, en
el puesto 114 de entre 143”.
Sorprendentemente, de las once primeras, siete lo
son de habla española y una (Brasil) lo es de habla peninsular ibérica, pero
donde igualmente va avanzando el idioma español, puesto que ya y por disposición
del gobierno brasileño, lo han declarado como segundo idioma nacional y de
enseñanza obligatoria en todas las escuelas públicas; lo que nos dice claramente
el cómo y por su propio peso, avanza el idioma español; el que inexplicablemente
sigue siendo combatido nada menos que en algunas zonas de España, que es su
tierra madre y además idioma oficial en todo el territorio nacional. Lo que
demuestra claramente “una de las miserias nacionales”.
Inexplicablemente
para mí, en esa relación no figura en esos primeros puestos un país también
destacable, cual es Bután; puesto que si como comentamos recientemente, en Costa
Rica (ver mi artículo “Costa Rica... un pequeño gran país”) eliminaron el
Ejército, no participan en conflictos internacionales y sus mayores esfuerzos,
son dedicados a conformar un país pacífico, culto, bien gobernado y cuidado con
esmero, para mayor comodidad de sus pobladores.
Bután es algo
más, o mucho más, ya que aquí y donde la riqueza no se mide por las posesiones
que tenga el individuo, sino por la felicidad que éste logre; y es que este
pequeño e intrincado país de unos 47.000 km2, y de alrededor de un
millón de habitantes; tiene una larga historia; pero ha superado sus épocas
bélicas y los gobernantes modernos, sólo tratan de conformar una nación donde la
gente goce de un bienestar destacable y para ello les han venido enseñando a
vivir, de una forma que si bien en muchos aspectos es ancestral, pero
precisamente por ello mismo, viven en armonía con la propia naturaleza que les
rodea; esperemos que no los contaminen con el “consumo occidental”; cosa que
posiblemente no, ya que su religión o filosofía es la budista y entre sus
máximas, la guerra no existe; y son tan metódicos, que como curiosidad...
“recomiendan masticar cincuenta veces los alimentos antes de tragarlos”, cosa
que si no se hace por uno mismo, no se puede entender lo difícil que esto es...
“y el que lo dude que lo intente con un alimento duro de moler”; ello no es otra
cosa que enseñar al cuerpo y al espíritu, paciencia y meditación
constantes.
Sorprendentemente, por cuanto su gran influencia en el mundo, nos
impide aceptarlo a la primera... pero vean que los poderosos Estados Unidos de
Norteamérica, ocupan el lugar 114 de esa tabla mundial; lo que nos dice que...
“el poder que nosotros entendemos como máximo en este mundo”, no da la
felicidad; ni mucho menos.
Otra observación y esta propia, es... que cuando veo
documentales de otros pueblos, de otras costumbres... veo y miro con atención
los rostros de esos habitantes que se nos presentan como “pobres”... sus miradas
son limpias, sus sonrisas abiertas, sus rasgos relajados, sus alegrías por vivir
y pese a lo poco que tienen o con lo poco que cuentan, son dignas de ser
analizadas a fondo.
Como
contrapartida, observemos los rostros de los habitantes del que se denomina
mundo rico y desarrollado... caras tensas, rictus de arrugas y sufrimientos
internos que ni se pueden imaginar, prisas, tensión, estrés, inconformismo,
nadie parece estar satisfecho con lo que tiene y en mayoría quieren tener más;
observemos o recordemos las últimas “fiestas y ferias navideñas”... pese a la
que se dice gran crisis o depresión, los consumos enormes y los derroches; quizá
todo ello de a pensar a algunos... yo y afortunadamente ya lo hice, hace ya unas
cuantas décadas... y la verdad, me va muy bien... “pero que muy
bien”.
Antonio García
Fuentes
(Escritor y
filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí más)
|