¿Más
cárceles? ¡No... más escuelas!
Por
pura casualidad, si es que la casualidad existe y no impera aquella sentencia
atribuida a Cristo, el que dijo tantas cosas imperecederas, que una de ellas fue
esta... “Ni uno sólo de tus cabellos caerá... sin
permiso de Él”... ¡¡Ahí es ná lo que hay para meditar sobre ésta sola
sentencia!! La que por otra parte, se puede conjugar con la antigua ley oriental
del “Karma”, o de Causa y Efecto; o sea, la de la Reciprocidad, que también la
conjugó el Galileo, con aquello otro de que... “Quién a hierro mata a hierro
muere”. Pero dejemos la filosofía o metafísica y volvamos a “la casualidad” y el
por qué de ello.
Y es
que por “eso que antes digo”; hace ya tiempo que vengo intercambiando escritos
con un escritor mexicano, al que ni conozco; pero el que muy preocupado por su
gran país (el de mayor extensión y de mayor población de habla española) escribe
incansablemente, tratando de influir en ese ya... “infierno mexicano y donde los
seres humanos son masacrados por una enfermedad gangrenosa (ya) y que no parece
tener remedio”, ni tampoco sus gobernantes y demás fuerzas vivas (“que más
parecen muertas”) parecen tener mucha preocupación en ir curando la tal
enfermedad, que ha convertido a ese grande y rico país; en un estado de “guerra
civil, o guerras civiles que lo van carcomiendo de forma inimaginable”. Los
asesinados en solo un año, ya se cuentan por “decenas de miles”... muchos de
ellos de forma horrible.
Este
hombre, el que indudablemente se juega el pellejo (“allí por menos de lo que él
dice, han matado a muchos otros”) incansablemente viene predicando en “el
desierto mexicano”; sólo una cosa principal, puesto que el resto se derivan de
ella... “hay que formar al individuo desde la
cuna, e inculcarle deberes y obligaciones, para mediante ello, lograr unos
derechos fuertes y seguros, que reviertan en una sociedad infinitamente mejor de
la que hoy padecen, por la degeneración que todo lo contrario ha llevado hasta
estos momentos”.
Curiosamente no dice nada nuevo, puesto que todo ya está dicho en este
planeta y desde hace milenios; en el último escrito se remonta a más de dos
milenios y medio, puesto que cita al Maestro de Maestros (Pitágoras) recordando
una de las máximas de aquel sabio: “Educad a los
niños y no será necesario castigar a los hombres”.
El último artículo o escrito que lanza a
la opinión pública, lo titula escuetamente así: “Las cárceles”. Y en el mismo dice cosas así:
“Las cárceles en México son
nuestro espejo. Son la concentración de todos los males de la sociedad. Es el
producto de la filosofía de los premios y castigos que ejercemos. Ofrecer la
construcción de más cárceles es anunciar que no se piensa resolver el problema
de fondo. El problema de fondo esta en la ausencia de una verdadera
educación. Lo que realmente tenemos es una domesticación, misma a la que nos
resistimos consciente o inconscientemente. El fondo está en no comprender lo que
somos, lo que hacemos y lo que tenemos. El fondo es no tener una dirección como
sociedad. Se dice que las cárceles son las universidades del crimen, cierto,
pero también hay que decir que la primaria, la secundaria y la preparatoria del
crimen está en la sociedad misma. Los criminales tienen un largo proceso de
formación que se inicia en el ámbito familiar con sus actos de omisión y
comisión. Pensar que es imposible rehabilitar a los criminales, es pensar
que no podemos cambiar nosotros como sociedad. Es paradójico que exijamos la
construcción de más cárceles cuando casi todos nos encontramos presos del miedo
y la cobardía. Hablar de construir más cárceles implica el reconocimiento de
que las instituciones que tenemos no están cumpliendo con su función y ni
cumplirán”.
Dice muchas más
cosas; por tanto les dejo nombre y dirección, para que aquellos interesados,
puedan leerlas: Ernesto Partida Pedroza: www.elsuenomexicano.org
¿Pero lo que ocurre en México es
únicamente allí? No; la delincuencia de todos los tipos y en todos los ámbitos,
va creciendo en todo el mundo y ello debe preocupar a los responsables máximos
de ello... los políticos, que sólo predican derechos y vida fácil y deben
cambiar sus vacíos y perniciosos discursos. La vida es esfuerzo, constancia,
formación, integridad y “cosillas así”.
NO
OLVIDAR NUNCA: lo que cuesta construir una plaza carcelaria y luego lo que
cuesta mantenerla. En España, construir una plaza carcelaria, cuesta bastante
más que el construir una vivienda para alojar a una familia que la necesita
vitalmente y aunque trabajando, no pueden acceder a ella... Sumen a ello lo que costará mantenerla luego de
construida: ¿qué rendimiento obtendríamos si ese dinero fuese
dedicado a una verdadera formación integral y basada en la sabiduría ya
acumulada por el ser humano a lo largo de su historia? Por descontado, sin
tendencias hacia credo alguno, sea éste político o religioso... ese camino, debe
andarlo el individuo, luego que ha sido formado integralmente para enfrentarse a
las verdades... o... mentiras que encontrará a lo largo de su vida y debe
hacerlo preparado debidamente para que así pueda ejercer su libertad y no ser
manipulado por nadie.
Pienso
que para qué decir más hoy... cierro repitiendo lo que dice mi titular, el que
ruego lean de nuevo y mediten sobre su contenido; creo que es bastante claro y
entendible. Luego que cada cual haga lo que pueda.
Antonio García
Fuentes
(Escritor y
filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más)
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