Esta semana hemos conocido los
datos del sistema eléctrico correspondientes al primer mes de este año. Resulta
que, únicamente en enero, ya hemos acumulado un déficit tarifario de 552
millones de euros. Inadmisible y vergonzoso. No caben más
calificativos.
En enero, los consumidores
pagamos un total de 387 millones de euros en concepto de costes regulados,
también conocidos como peajes. Sin embargo, esa recaudación no alcanzó ni
siquiera para pagar el montante de las primas a las energías renovables que,
junto con el resto del régimen especial, sumaron un total de 617 millones de
euros. ¿Cómo va a ser sostenible un sistema eléctrico en el que únicamente las
primas a las energías renovables ya nos cuestan más de lo que se recauda? Se
ingresaron, como digo, 387 millones de euros y los gastos fueron de 939 millones
de euros. Les dejo a ustedes la reflexión. Por cierto, las primas ascienden al
66% de los costes del sistema.
La legislación actual
establece que, en el año 2012, el déficit eléctrico no puede superar los 1.500
millones de euros. Francamente, si en enero ya hemos acumulado más de la tercera
parte de esa cantidad, las previsiones no son demasiado halagüeñas. Pero es que,
además, los recién horneados Presupuestos Generales del Estado no vienen sino a
agravar aún más la situación. Se estableció en 2009 que los costes
extrapeninsulares del sistema eléctrico debían quitarse de la tarifa eléctrica y
pasar a PGE, de tal modo que en 2012 podrían liberarse unos 1.500 millones de
euros. Ahora bien, ustedes ya son conscientes de que nos han subido la luz un
7%. ¿Para qué? Para recaudar 1.400 millones de euros adicionales que no
servirán, ni siquiera, para compensar la jugada que los costes
extrapeninsulares... Conclusión: esta subida de la luz no ha servido
absolutamente para nada, no disminuirá el déficit de este año. Habrá que seguir
subiendo la luz... esperen a junio.
Con el objetivo de disminuir
el déficit de tarifa, desde Industria se han tomado varias medidas: además de
subir el precio de la luz, se han recortado retribuciones en la distribución de
electricidad, pudiendo verse afectada en un futuro la calidad del suministro al
verse reducidas las inversiones debido a los recortes. Sin embargo, nada
se ha hecho desde el gobierno para parar la sangría de miles de millones anuales
en primas a las energías del régimen especial. Todas las medidas para
paliar el déficit de tarifa han recaído sobre los consumidores y las eléctricas.
Los primeros estamos ya hartos de pagar una de las tarifas más caras de Europa,
los segundos llevan años financiando el déficit y los desvaríos de la
legislación.
Sin embargo, los que más
contribuyen a la generación del déficit no han visto afectados sus ingresos con
las últimas medidas. No solo no contribuyen en medida alguna a aliviar el
agujero tarifario, sino que son, en buena parte, los que están generando el
problema. Con el precio mayorista de la electricidad a 60€/MWh, están entrando
en el sistema las nuevas centrales termosolares a las que no se les han quitado
las primas, cobrando 320€ por cada MWh que venden. El objetivo original
de potencia para esta tecnología era de 500 MW y ya tenemos casi 2.500 MW
funcionando o pre-asignados. Cuando todos entren en operación supondrán
otros 2.000 millones de euros al año en primas que seguirán creando déficit de
tarifa y tendremos que pagar los de siempre.
Acciona, Abengoa y
ACS, la triple A como ya se les conoce, tendrán más de 1.300 MW instalados, el
54% del total de la potencia termosolar. Recibirán más de 1.000
millones de euros al año en subvenciones mientras a nosotros nos suben la luz de
forma continua para pagar estos caprichos cuanto menos, poco apropiados, para
una economía a la deriva. Como pueden ver, hay tipos y tipos de amnistías.
¿Dónde estarán ahora aquellos que esgrimían que las renovables distribuían la
riqueza y eran más democráticas?
Manuel Fernández Ordóñez L.D.
|