Se le llama hipocresía y evidentemente no tiene nada de nuevo. Sí lo tiene,
sin embargo, el potencial de la red para su denuncia. Leo la noticia en The Guardian (donde anuncian que también se ha
fltrado a los sitios de WIkileaks y denunciado de forma oficial) y coincide con
la imagen que acabo de enviar a un recién
redescubrierto Instagram: Existen fundadas sospechas de que firmas
tecnológicas británicas estén apoyando la represión del régimen Sirio de
Assad.
Así, Gran Bretaña estaría exportando tecnologías para la vigilancia de
disidentes políticos y activistas. Así como en el caso de la exportación de
armas ya existen ciertas leyes que la regulan, no ocurre en el caso de este tipo
de software, que ya fue pensado para la monitorización de la gente también en
UK.
Captadores de IMSI que identificarían usuarios de teléfonos móviles, malware
que permitiría controlar ordenadores ajenos, troyanos que permitirían activar de
forma remota los micros o cámaras de otras personas y otras cibersoluciones
ópticas que podrían estar espiando de forma submarina poblaciones enteras son
algunos de los “inventos”, según el grupo Privacy Internacional que firma la
denuncia.
Lo hace apuntando directamente a 30 compañías exportando a Siria, Iran, Yemen
y Bahrain. Más de 50 desde EEUU (recuerdo un discurso reciente de Hillary
Clinton en el que llegaba a denunciar a determinadas marcas de routers para
aislar de Internet a determinados países), Italia, Irlanda e Israel también
están en la lista de los países que exportan tecnologías para el control.
Y el problema, como decíamos, es que es legal. Buen ejemplo de ello es Gamma
Group International, compañía acusada de vender software de control del correo
electrónico al Gobierno Egipcio que argumentaba en su momento que en ningun caso
estaba faltando a la legislación británica. O Creativity software, una firma
británica especializada en servicios basados en geolocalización que vendía
tecnología al operador móvil MTN Irancell para localizar a determinados
individuos que argumentaba que sus servicios podían usarse también con fines
comerciales o de enriquecimiento de redes sociales.
En fin…que el consejo europeo ya ha actuado, prohibiendo la exportación de
determinadas tecnologías a Irán o Siria en motivo de las serias violaciones de
los derechos humanos que suponían, pero parece que siguen llegando, que es
urgente y necesario legislar para la protección de los derechos humanos en un
contexto de potencia tecnológica aumentada para los ciudadanos pero también para
los gobiernos menos democráticos.
Hagamos que sigan brotando flores de los lugares más hostiles. El Caparazón
|