¿Por
qué aquí hay tanto ladrón?
Según
el diccionario de la RAE, su definición es clara y contundente... “ladrón es
el que hurta o roba”... y se remacha mucho más, con la palabra latrocinio, que
también es clara y contundente, puesto que afirma que es... “acción propia de un
ladrón o de quien defrauda a alguien gravemente”. Aquí no se habla de
“cantidades o calidades, ni se separa a nobles o plebeyos, ricos o pobres y
demás oficios o situaciones de la sociedad”... ladrón es ladrón y latrocinio lo
confirma con claridad meridiana...
¿Por
qué abundan tanto en España estos delitos y a los que en general no se les llega
a dar la importancia que tienen y mucha gente los considera como algo normal o
normalizado en el ser y sentir de los hispanos y en lugares fuera de
aquí pero que heredaron muchas de nuestras peores costumbres? ¿Se lo ha
preguntado usted alguna vez? Yo tampoco, pero he aquí que sí hay quién se lo
pregunta y además lo explica con una claridad que, “da... miedo el enfrentarse a
ella”; y de lo que luego hablaré, antes digo otras cosas.
Ayer domingo
(escribo esto el 26 de marzo) viendo uno de los buenos programas que se ven en
la televisión regional (que son pocos) y el que dedican, a las 14 horas, al
campo andaluz; el creador y presentador del mismo, habla de que ya es normal los
robos de ganado en Andalucía y se llevan hasta rebaños enteros (citó de ovejas y
por docenas) amén de que saquean las fincas, incluso llevándose aperos de
labranza, motores y no sé cuantas cosas más. Tiempos atrás y a menos de veinte
kilómetros donde yo vivo y en plena carretera general, un propietario que plantó
un campo de melocotoneros, al final y desesperado por los robos de fruta, que
eran mucho más abundantes que la que él llegaba a recoger para su venta... y
considerándose indefenso, terminó por talar aquel campo de fruta y dedicarlo a
cultivos “no robables, o más difíciles de robar”. Ayer mismo, un modesto
campesino me decía... “tengo tres cabras, parieron las tres... y a los pocos
días y en mi ausencia, se llevan a los tres chotos (crías) pero matados y ya
desollados allí mismo, o sea que me dejaron solo los pellejos (pieles). Está
claro que aquellos indeseables, se recrearon con tiempo más que suficiente,
señal que no temían a nada ni a nadie.
Esa
es la situación de la españa (adrede y con minúscula) actual y democrática,
“llena de libertades y donde los más libres de todos parece ser que son los
ladrones”. Ladrones de todo tipo y condición y que como afirma el “Don Juan
Tenorio, de Zorrilla”... “a los palacios subí y a las cabañas bajé”; o sea y sin
pelos en la lengua... que ladrones hay en españa, en tal abundancia que ello es
incalificable y alcanza a todas las capas sociales... y a los que hay que
aumentar, las bandas de extranjeros, que aquí se han establecido por cuanto
saben que actuarán impunemente la mayoría de veces.
En
españa, lo único que se persigue es los impagos a la Hacienda oficial y por las
infracciones de carretera; te llevan antes a la cárcel que por otras motivos de
mucha mayor importancia, al menos para el observador de los hechos; aquí las
fuerzas de seguridad, o no son suficientes, o no saben actuar, o no las dejan, o
las emplean para proteger... “bienes e individuos que son afectos al Estado y a
la política... y al resto pues como dicen los universitarios... “ajo y agua”;
que traducido es ... “a joderse y aguantarse”; esa es la cruel realidad de un
país que se presume de libre, y lleno de libertades, pero donde la propiedad
privada esta indefensa y... “guárdate mucho de pegarle un tiro a un ladrón... y
si no que se lo pregunten a ese joyero que mató en su propiedad a un indeseable,
escoria de la sociedad y que entró en la propiedad del mismo, a llevarse todo lo
que pudiera, e incluso a apalear o maltratar (ha ocurrido múltiples veces) a los
residentes en ella”.
Pero
todo esto “viene de viejo” y si alguna vez se contuvo algo, fue por el empleo
del “palo o la estaca”, que se empleó en tiempos pasados donde al ladrón, le
aplicaban una somanta de palos allí donde lo encontraban, o incluso lo ahorcaban
en el primer árbol que caía a mano; pero los ancestros son mucho más profundos y
perversos y nos los dice y desarrolla en un muy largo artículo, ese magnífico
escritor cual es César Vidal, del que yo he leído diferentes libros, y el que
como buen historiador, nos presenta las realidades de “la terrible historia de
España; y de cuyas facetas pocos escritores se han atrevido a plantear”. Pueden
leerlo en la dirección que les dejo; y considero debe ser difundido todo cuanto
se pueda... a ver si poco a poco, va desapareciendo tanto latrocinio en este ya
innombrable país... “u lo que esto ya sea”: http://www.libertaddigital.com/opinion/cesar-vidal/hay-salida-ix-y-robar-tambien-es-pecado-63778/
¿Habrán leído este
artículo, desde el rey hasta el último de los que se supone son los responsables
de que estas cosas se erradiquen? Y adrede nombro al rey, puesto que es el Jefe
del Estado y ello conlleva una responsabilidad... “además muy cerca de él han
ocurrido cosas incalificables y ocurridas en su propia
familia”.
Antonio García
Fuentes
(Escritor y
filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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