CONTRATADOS Y LA FUNCIÓN
PÚBLICA.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 8-08-2012. Propietario de la plaza por oposición,
o contratado, trabajador del sector público. La dualidad, que desde que tengo
memoria conforma las relaciones laborales con el Estado, se evidencia por
primera vez en toda su crudeza. Una vez más la Crisis nos sitúa ante la compleja
realidad española. Demasiados privilegios o ninguno.
Que quienes conforman la mano de obra, convirtiendo la
privilegiada casta de los funcionarios públicos en unos aristócratas, a la par
que les permite vivir y obrar como dueños absolutos de su “plaza o finca en
propiedad”, puedan ser despedidos sin más freno que la voluntad del “jefe”,
quizá mejore los presupuestos, o obligue a trabajar a los reales funcionarios,
pero me temo que ni mejorara las cuentas públicas, ni menos la tan deteriorada
función pública.
A quienes se debiera poder despedir es a
los “propietarios de su plaza”, que en definitiva conforman gran parte de
la Casta Política. En primer lugar, y de un plumazo, se debería convertir
a cualquiera que trabaje para el Estado en un “servidor público”, sin más
derecho que el que tiene cualquier individuo en su empleo.
Desde la “plaza en propiedad” evolucionaron
a “propietarios del Estado”, y eso se debe RESTRUCTURAR. Jueces,
notarios, registradores de la propiedad, abogados del estado, fiscales,
catedráticos, secretarios, directores, ingenieros o arquitectos y técnicos, y en
general la pirámide de mando, por cuanto y además conforman gran parte de la
Casta Política (gozando de excedencias), deben perder unos derechos que afectan
no solo a los presupuestos generales sino a la propia efectividad operativa del
Estado.
Dos sueldos con añadidos de 6.000 euros al mes, por ejemplo
catedrático y jefe de servicio, crean un privilegiado cuyos méritos ¡de existir!
radicarán en sus ayudantes o contratados, y que ante el inmenso colapso español
demuestran que son parte del problema a REESTRUCTURAR.
Los esfuerzos de Zapatero y Rajoy por mantener intacta la
esencia política (los no menos de 300.000 políticos viviendo a cuerpo de rey a
cargo del Estado) y funcionarial del País (miles de altos cargos por oposición
cobrando varios sueldos y poca efectividad), además de desesperar a los
europeos, profundiza el agravio comparativo entre el Pueblo y su administrador
el ESTADO, manteniéndonos en súbditos que no ciudadanos frente a la
Administración.
Presumo que ese RESCATE DURO que pretenden los
nórdicos, sea más duro para la Casta Político-funcionarial-financiera que para
los sufridos parias y súbditos de un Estado que no funciona, y que se enroca
para no corregir su inviabilidad en un Mundo globalizado y ferozmente
competitivo.
La eterna y fascista España se resiste a morir, o antes de
expirar pretende arruinarnos y convertirnos en aquellos sumisos miserables de
los 40 y 50 del pasado siglo.
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