Junqueras, sobre el parón: "Los mercados deben saber que los catalanes no nos rendiremos"
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 15-11-2013. Los desmentidos y matizaciones aparecieron de inmediato, ¡pero sigue amenazando! En Bruselas no habló de “huelga general”, matiza, sino de “parar la economía catalana”, de “una demostración de fuerza”. ¿Cínico, cretino, o tonto?, o más bien convencido que los sufridos catalanes somos idiotas y todo vale. Si podía poner en una cadena humana dos millones de personas, imagínense añadió al auditorio, lo que podemos hacer con la economía catalana.
No diré que los catalanes no tengamos infinitas razones para huelgas generales. Yo pararía la “economía catalana” hasta que los Pujol detallaran y devolvieran su fortuna esparcida por el Mundo, o que el PSC hiciera lo propio con la mayor quiebra bancaria de nuestra historia, Catalunya Caixa, y con el consiguiente general reparto… o “huelga general” repito obligando a “primarias abiertas” y “Democracia real” con la correspondiente separación de los poderes “Ejecutivo, Legislativo y Judicial”, pero que el presidente de un partido !la ERC del corrupto Tripartito! que ahora se dice la Oposición y pacta con Artur Mas, representante de la total corrupción catalana, amenace auto arrogándose la jefatura, se me indigesta.
Nuestro nuevo “conducator”, que dicho sea de paso haría el ridículo por Bruselas, además de gastar dinero, mientras su socio de Gobierno Artur Mas también ejercitaba el placer del turismo con su corte por Israel, refuerza su tesis con la fuerza, según él, de dos millones de catalanes abarcando en cadena Cataluña.
Sigo sin imaginarme unos piquetes para controlar la huelga, o “detención de la economía catalana”, con el tipo de festivo personal que paseando observé y fotografié cogidos de la mano el pasado 11 de septiembre por la Diagonal de Barcelona. Amas de casa con el cochecito y bebé, colegios enteros, ilusionados “pequeño burgueses”, ancianos con nietos… una cadena con cientos de miles de subvencionados y enchufados… la antítesis de la lucha revolucionaria.
Durante años, trabajando en la Plaza Cataluña, pasé ante el edificio de Telefónica. Los impactos muy abundantes de proyectiles de buen calibre despertaron mi adolescente curiosidad y pregunté a quienes de mi sección creí sabrían por espectadores de primera fila. Los 50-60, tema tabú, pero recogí algunas versiones. Y de las varias una que no entendí demasiado entonces; la Generalitat catalanista ocupó la Telefónica, y los sindicatos CNT y FAI la “reconquistaron” para la “revolución”. Los disparos producto de una demostración de fuerza sindical y revolucionaria ante el alzamiento fascista. El edificio se ocupó de inmediato sin lucha ni bajas. La versión de que la ocupación fuera por parte del Ejército era minoritaria, aunque parece que también la hubo entre el 31-39. Todos de acuerdo en que no fueron las tropas franquistas tras su triunfal entrada en Barcelona. También de acuerdo que “Generalitat catalanista” y “revolución antifascista” no se llevaron demasiado bien.
Moraleja… que cada uno ponga la que le apetezca, pero una indiscutible; los charlatanes son peligrosísimos, y en concreto Oriol Junqueras, Artur Mas y Jordi Pujol, que sueñan heredar una Cataluña independiente fiel reflejo de la España de la que pretenden la secesión.
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