CARTA DE ARTUR MAS A LOS REYES MAGOS
Rafael del Barco Carreras Barcelona 3-01-2014.
"Confío que puedo contar con
usted para poder tirar adelante este proceso pacífico, democrático y
transparente en que yo y la gran mayoría de catalanes estamos plenamente
comprometidos"
"No hay ningún motivo para que,
de acuerdo con las leyes vigentes en España y Cataluña, no se pueda autorizar
un referéndum o aprobar una nueva ley para autorizarlo"
"Por tanto, simplemente,
no es cierto que se diga que Cataluña dejaría de ser automáticamente un Estado
miembro de la Unión Europea"
"La pertenencia de
Cataluña a la Unión Europea dependería de una decisión política que está en
manos de los gobiernos de todos los estados miembros de la Unión Europea"
Artur Mas continúa copando portadas.
No es una genialidad escribir al Rey, Obama, o a los Reyes Magos, para
concretas o abstractas y rocambolescas concesiones particulares. A diario
INTERNET se llena de cartas destinadas a la papelera. Pero escribir a Merkel,
Cameron o Hollande, para pedir su adhesión a la independencia de Cataluña
adquiere la resonancia buscada.
Sus subvencionados, o enchufados y
creyentes, a buen seguro le aplauden a rabiar. Cargarse de razón en su lucha
independentista ante los posibles 1.500.000 de votantes de una población de
7.5, y ante su socio-oposición el marginal-político y “voto de cabreo” Oriol
Junqueras, convertido en árbitro o “dueño” de la política catalana, y que
posiblemente le barrerá y arrebatará el protagonismo, es más que
suficiente.
Mas conoce y conocía la respuesta. En Francia el cuento
catalán de la Paz de los Pirineos y las banderas o cadenas humanas en el
Rosellón provoca entre escépticas sonrisas y resquemor por aquello de los
independentistas bretones y corsos. En Inglaterra, con o sin Escocia, el
tema importa un comino más allá de los problemas financieros españoles. Y en cuanto
a Merkel, a lo sumo, pedirá
explicaciones de cómo ganan las elecciones gentes con ilegales cuentas en
Suiza, y responsables civil y
penalmente, por acción u omisión, en la cadena de fraudulentas quiebras y
expolio de las cajas de ahorros. Si le cuentan, que lo sabe, que esos expolios
y las subvenciones, o sea LA GRAN CORRUPCIÓN, ha permitido perpetuarse a la
partitocracia catalana, el efecto de la carta se convertirá en el reverso de lo
buscado e intentado.
Conseguir que Merkel,
dispuesta, tras su triunfo y pactos de formación de gobierno, a conducir con
mano de hierro la construcción europea, ocupe unos minutos consultando los
datos del BCE en cuanto a la Deuda Pública española y la “barra
libre” de liquidez a sus bancos, o sus ignoradas recomendaciones sobre
reestructuración y austeridad, repito, pudiera borrar del mapa político… no
solo a Artur Mas… sino al propio Rajoy…
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