sábado, 21 de junio de 2014

Facturas falsas en el ejército. Descubrir estas cosas siempre es cuestión de tiempo


Facturas falsas en el ejército. Descubrir estas cosas siempre es cuestión de tiempo

by Ramón Cerdá 

Siempre que hablamos de entramados de facturas falsas llego al mismo convencimiento: descubrirlo es cuestión de tiempo; ni siquiera se necesita de una investigación. No se puede participar en un entramado de facturas falsas, sea el que sea sin que antes o después no nos descubran. Otra cosa es que un contribuyente en concreto falsifique una o cien facturas en su contabilidad, debidamente contabilizadas y distribuidas para que no llamen la atención, eso podría pasar desapercibido incluso ante una inspección fiscal que no fuera demasiado a fondo. ¿Por qué?, pues sencillamente porque no hay gente involucrada, es algo que ha hecho uno mismo y se lo ha contabilizado y descubrir una factura falsa no es tan sencillo salvo que al inspector le dé por contrastar toda la información con los proveedores, cosa que se puede hacer, pero que tampoco es lo habitual.

Facturas falsas en el ejército

Facturas falsas en las mudanzas de los militares

Otra cosa es cuando hablamos de un entramado en el que, por una parte hay empresas, a menudo solo de apariencia, que son las que venden esas facturas. Cuando esto ocurre, los implicados son cientos o más, y bastará con que por casualidad un inspector tropiece y descubra una sola de esas facturas para tirar del hilo y descubrir a todos los que han participado, tanto vendiendo como comprando facturas. No importará que existan justificantes de «pago bancario» porque a veces incluso eso se simula con esmero. Descubierto que la factura es falsa ya no hay nada que hacer.

Por eso no entiendo cómo todavía hay gente que se arriesga con estas cuestiones. En este caso el entramado descubierto es doblemente llamativo porque, además de tratarse en un tema de facturas falsas, estaba implicado el ejército. Se estima que el fraude supera los diez millones de euros.

Hasta el momento de escribir el artículo había implicados 23 tenientes, 11 capitanes y 5 sargentos, además de algunos soldados rasos. La estafa consistía en presentar facturas falsas para el cobro de indemnizaciones por traslados forzosos de residencia. Y como ya he dicho, en estos casos ni siquiera es necesaria una investigación, la casualidad o alguien descontento bastan para echarlo todo a rodar. En este caso parece ser que ha sido una empresa de mudanzas que, sin haber hecho los trabajos se ha acabado tropezando con alguna factura suya que no habían emitido. Todo fue casual, el año 2008 pasaron un presupuesto que no fue aceptado, y en el año 2012 recibieron una llamada pidiendo que corrigieran una factura porque habían aplicado mal el kilometraje. Lo curioso del caso es que la propia empresa está también imputada en el caso, lo cual, por supuesto, no quiere decir que sea culpable, pero de momento y gracias a lo mal que funciona la justicia, esa es la imagen que se transmite a la sociedad. por eso he preferido no mencionar los datos de la empresa en cuestión.

Uno de los correos intervenidos:

«Si quien lo vaya a imprimir tiene impresora buena los puedes sacar hasta con sello chaval! Te envío con sello y sin sello, a falta de poner datos. He cambiado algo el texto, he metido nuevo recibí y he metido tb el número de factura que, hay que ir poniéndolos.
Ale, un abrazo»