¿Herencia o robo de dinero
público? Un juez y Hacienda tienen la última palabra tras confesar Pujol sus
graves delitos
Jordi
Pujol ha
confesado por fin sus delitos como evasor fiscal en Andorra pero nada
dice de sus cuentas en Suiza.
Durante muchos años ha negado tener dinero en la confederación helvética pero
la Brigada Anti Blanqueo asegura que su última inversión de 125 millones de dólares
en el Hotel Encanto
de Acapulco (Mexico) procede del banco privado Lombard Odier con
sede en Ginebra
(Suiza). Antes de hacer públicos sus actos, que achaca a la herencia de su
padre, el banquero Florenci
Pujol, y que ocupan este sábado las primeras páginas de toda la
prensa nacional, el propio Jordi
Pujol se enrocaba, lo negaba todo y comparaba este asunto con
el de Banca Catalana,
que necesitó 300.000 millones de pesetas de dinero público para evitar la
quiebra. Entonces le salvó un generoso "regalo" económico y judicial
que le hizo su más entrañable amigo y su más fiel aliado político y
parlamentario, el entonces presidente socialista Felipe González.
Hoy, tras su declaración inculpatoria, se hace necesaria y urgente una
investigación fiscal a fondo, dadas las enormes lagunas, silencios y visiones
desvirtuadas que presenta. Y es que Jordi
Pujol se movió siempre en el ambiente familiar de la banca, sus
padres fueron banqueros, sus cuñados y amigos también, él mismo lo fue, y su
padre llegó a ser condenado por evasión de capitales… a Suiza. Desde
"Espía en el
Congreso" ofrecemos a los inspectores fiscales los
antecedentes de este largo caso de impunidad fiscal por si pudiera servirles de
ayuda. Leer más de esta entrada