Derecho al olvido en ‘Stricto sensu’
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La fisonomía del recuerdo
ha tenido, en su periplo histórico y entre otros: al juglar como orador e
intérprete de relatos desde su inicio homérico, al pregonero como incitador al
orden de la lectura oficial de lo dicho, al relator como sancionador de lo
expuesto para otros, al cronista como aglutinador de lo ocurrido en un contexto
limitable, al periodista como dictógrafo para una sociedad necesitada del
sonido del conocer perpetuo, al taquígrafo como transcriptor de la democracia
parlamentaria, y al internauta como ciudadano de pleno derecho. Leer más de esta entrada
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