Rajoy y Ana Mato tomaron la decisión, aunque el presidente
aseguró que lo habló con Felipe VI para curarse en salud
España en general y la localidad
madrileña de Alcorcón
en particular, padece una situación sanitaria peligrosa y alarmante. ¿La
causa? Una negligencia política, que impide conocer ahora con exactitud
aquellos lugares y personas que han sido visitados por la enfermera Teresa R. R.,
infectada por el virus del ébola tras atender a los dos misioneros fallecidos
por el virus y repatriados por el Gobierno. El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy,
transmitió el pasado 6 de agosto desde Mallorca
después de su audiencia con Felipe
VI un falso mensaje a la opinión pública española: “He hablado con su majestad el rey
sobre la epidemia de ébola que está teniendo lugar en algunos
lugares de Africa, tanto en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona, y
últimamente parece que también en Nigeria. Los religiosos se encuentran estables de salud
y en este momento podemos
estar tranquilos en nuestros país, el gobierno está siempre atento en
esta situación. Como cualquier gobierno de país civilizado es un asunto que se sigue de
manera continuada y cualquier problema se atajaría”. Una vez
más, no era cierto. Manuel
García Viejo y Miguel Pajares, los dos misioneros repatriados,
murieron, como pronosticaba ese mismo 6 de agosto la doctora Mari Mar Robledo, que
afirma tajante: "sin ser alarmista: sí estamos en una situación de
pandemia". Hoy el virus ha entrado en Europa a través de
España a causa de esta negligencia política que ha provocado también que los
pocos medios de comunicación que se han atrevido a preguntar a sus lectores en
una encuesta, revelen que la inmensa mayoría de los ciudadanos desea la inmediata dimisión de la ministra
Ana Mato y que al
frente de esta emergencia sanitaria se ponga un equipo médico especializado
y no una dirigente política que se ha caracterizado sobre todo por su escasa
preparación médica y su corrupción. Leer más de esta entrada