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Populismo… ¿cuál puede ser su coste?.
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En las recientes elecciones municipales se ha seguido votando, y
mucho, al P.P. y al P.S.O.E. El bipartidismo sigue vivo... pero en crisis. Si
la enfermedad es benigna o mortal, se verá en breve. De momento el Populismo ha
dado un paso al frente muy importante; menos de lo esperado por ellos, pero
importante al fin y al cabo, a pesar de lo irregular de las votaciones en
función del lugar (no olvidemos que eran municipales y en muchos lugares la
gente ha votado a la persona y no al partido). Pero quizás lo más destacable a
nivel de lo que puede pasar, lo tenemos en los ayuntamientos de Madrid y
Barcelona.
Populismo: ¿Cumplirán lo prometido? ¿Cómo se pagará?
Estamos muy acostumbrados a que los políticos no cumplan lo que
prometen, pero imagino que en este caso algo tendrán que hacer. Es el momento
de hacer palanca y seguir avanzando y para ello necesitan demostrar su
«diferencia». Que no harán todo lo prometido... seguro, pero que algo harán...
también. El populismo no es ni más ni menos que la versión «exagerada» de lo
que hace cualquier político: decir lo que la gente quiere escuchar, con la
particularidad de que la corrupción les ha allanado el camino mucho y se lo ha
puesto a huevo.
He estado viendo por ahí (los datos no sé hasta qué punto son
fiables) que en Madrid quieren multiplicar por 25 las subvenciones al Impuesto
sobre Bienes Inmuebles, pasando del actual millón pelado a los veinticinco
millones de euros. También se ha prometido reducir los impuestos a cierto tipo
de empresas, concretamente las de interés socioeconómico y de interés social;
no sé muy bien cuántas de estas puede haber ni qué criterios van a seguir.
También se ha hablado de 80 millones al año para alimentos a familias
necesitadas (solo en Madrid; no sé si se refieren a Madrid ciudad o a Madrid
comunidad, pero creo que la cifra es para la ciudad).
En contrapartida se pretende parar las inversiones
especulativas, como si hubiera alguna inversión que no lo fuese. ¿Para qué van
a invertir los inversores si no?
La mayor parte de los que han votado al Populismo defienden que
todo lo han de pagar los ricos... pero parece ser que no se refieren a las
grandes fortunas, sino a los «ricos» de ir por casa; los que ganan (y
recordemos que nadie se lo regala) 50.000 euros al año. Ojo, 50.000 euros
brutos; que en neto es mucho, mucho menos. Esos que, lógicamente, tampoco
tienen derecho a ninguna subvención ni ayuda de ninguna clase porque no la
necesitan, pero que acabarán necesitando al paso que va la cosa. El objetivo
parece ser que sea que todos esos que ganan más de 50.000, al final se queden
como los demás. Y digo yo... ¿les compensará seguir trabajando para ganar lo
que al final les darían de todos modos? Quizás aquí acentúo un poco la nota, lo
sé, pero en líneas generales va por ahí la cosa.
Yo me pregunto cómo si no, van a pagar todas esas promesas, cómo
van a parar todos los desahucios y a costa de quiénes, porque si quien ha
estado pagando religiosamente la hipoteca, ahora, indirectamente se ha de hacer
cargo de la de los demás, tampoco suena muy justo.
Ahora bien, si todo el coste del Populismo se puede llevar a
cabo terminando rotundamente con la corrupción, quizás la solución no sea tan
mala como apuntan, ¿pero en serio van a conseguir el suficiente dinero y lo van
a saber gestionar para no rematar a la clase media haciéndola la pagana de
todo? Porque no sé si lo han tenido en cuenta, pero esas medidas que anuncian
contra las inversiones... acabarán costando mucho dinero; dinero que luego se
supone que van a necesitar y no van a tener. Si aumentan el gasto y se cargan
algunas fuentes importantes de ingresos, puede que las cuentas no les cuadren y
en el libro del DEBE-HABER, quizás no haya lo que debiera.
En cualquier caso, estaremos atentos porque la cosa puede ir a
peor... o tal vez a mejor. ¿Quién sabe?
Ramón Cerdá
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